Monseñor Celestino Migliore, escrupuloso liturgista que insta a los obispos de Francia a aplicar rigurosamente la Traditionis custodes , podrá abrir un dossier sobre una liturgia bastante particular, practicada en una diócesis francesa, dossier del cual voluntariamente les proporcionamos los primeros elementos aquí.
La cuestión es aún más delicada porque el 20 de septiembre el cardenal Jozef De Kesel y todo el episcopado flamenco de Bélgica publicaron el ritual para la bendición de las parejas homosexuales. Causó un gran escándalo, acorde con el abuso de poder de estos pastores de la Iglesia, que de hecho han perdido toda legitimidad para enseñar la fe y la moral.
Para el correcto tratamiento del episcopado belga, la pelota pasa ahora a Roma, en particular al Dicasterio para el Culto Divino del cardenal Roche (actualmente especializado en la persecución de los tradicionalistas).
La Congregación – ahora Dicasterio – para la Doctrina de la Fe, en una respuesta del 22 de febrero de 2021, fiesta de la Cátedra de San público estado de pecado:
«Para ser coherente con la naturaleza de los sacramentales, cuando se invoca una bendición en ciertas relaciones humanas, es necesario -además de la recta intención de quienes participan en ella- que lo que se bendice esté objetiva y positivamente ordenado a recibir y expresar la gracia, según los fines de Dios inscritos en la Creación y plenamente revelados por Cristo Señor. […] Por esta razón, no es lícito bendecir las relaciones o uniones, incluso las estables, que impliquen la práctica sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer que es per se abiertos a la transmisión de la vida), como en el caso de las uniones entre personas del mismo sexo”.
Pero en varios países, y particularmente en Francia, sacerdotes imparten tales bendiciones. Lo hacen sin ocultarlo, pero de momento con discreción. Sin embargo, en la era de Internet y las redes sociales, donde todo se comparte , es difícil mantener la discreción sobre estas “liturgias”. Así, las dos fotos que siguen, de una fuente que desea permanecer en el anonimato, dan testimonio de una «liturgia» de este tipo, que tuvo lugar en la diócesis de Nîmes la primavera pasada, no en una iglesia, sino por así decirlo en un campo abierto. . .
El párroco que celebró la ceremonia, claramente reconocible en las fotos, es el padre André Chapus, ex párroco de Redessan. hoy es párroco auxiliar de la parroquia de Laudun.
