Junio, nos han enseñado los medios occidentales, es el mes del «Orgullo Gay», o «Mes del Orgullo» , para usar un término más acorde con la propaganda globalista.
El mes del orgullo arcoíris, de desfiles en todas las ciudades del mundo, en el que se celebra la libertad de las elecciones sexuales del individuo, que sin embargo frecuentemente desborda los bancos de la moral en gestos al borde de la decencia y la ética intelectual.
La propaganda periodística y la cobertura mediática nunca faltan en estos eventos, lo sabemos bien, pero no fue lo mismo, por ejemplo para el Family Pride, realizado en Uzice, Serbia, el 15 de agosto.
Miles de participantes, familias, hombres, mujeres y niños, marcharon pacíficamente para celebrar los valores familiares tradicionales, valores que promueven la vida humana, la unidad y la prosperidad.
Encontrar información en la red es realmente difícil, se habla de una verdadera censura por parte de los medios europeos que han oscurecido no solo el «Family Pride» en Uzice sino toda una serie de eventos similares que se celebraron por toda Serbia: un Belgrado de decenas de miles . de personas el 14 de agosto se movilizaron “en apoyo a los valores familiares tradicionales y contra el adoctrinamiento LGBT”.
La referencia es al Europride que se celebrará en Belgrado del 12 al 18 de septiembre. Según los organizadores de EuroPride, Belgrado será la primera ciudad del sudeste de Europa en albergar un gran evento para la comunidad LGBT europea: “un hito para la comunidad LGBTI+”.
Una piedra que pesa demasiado sobre los valores tradicionales serbios, dada la gran respuesta de los manifestantes, en un país todavía muy apegado a los valores familiares tradicionales. La procesión pacífica incluyó a ciudadanos de todas las edades, desde ancianos hasta niños, así como numerosos sacerdotes y monjes.
Sin entrar en los méritos de la oportunidad, en 2022, para alardear de orgullo, el problema es el silencio de quienes deberían contar historias, hechos, opiniones , y en vez de informar, se dedican más a la propaganda, silenciando, censurando o opiniones ridiculizantes de los que no quieren alinearse con el pensamiento único.
Pues hay países, pueblos, que no están dispuestos a dejarse atrapar, no son esclavos del globalismo globalista, hay ciudadanos que quieren hacer oír su voz, que no se dejan intimidar por el miedo a ir contracorriente.
No es aceptable que haya alguien en algún lugar que decida qué debemos saber y qué no. .
.
por Antonio Albanese.
VisioneTv.
ilnuovoarengario.
