El lunes, se informó que McDonald’s despedirá a cientos de empleados corporativos y que Walmart eliminará más de 2000 puestos de trabajo.
Mcdonald’s, la cadena de comida rápida más grande del mundo, superó las estimaciones de ganancias en los últimos meses. Asimismo, los ingresos de Walmart aumentaron un 7,3% a nivel mundial.
Ambas corporaciones, aunque les va bien financieramente, están despidiendo a muchos empleados como parte de importantes planes de reestructuración en respuesta a la economía actual.
Al recortar su fuerza de trabajo últimamente, a McDonald’s y Walmart se unen empresas como Amazon, Disney, IBM, Microsoft, Facebook, Google, News Corp y muchas más empresas multimillonarias.
En una publicación de blog de principios de este año, el CEO de Microsoft, Satya Nadella, lo expresó de esta manera : «También estamos viendo que las organizaciones en todas las industrias y geografías actúan con cautela, ya que algunas partes del mundo están en una recesión y otras partes la anticipan».
Sin embargo, una recesión no es la palabra correcta para usar, según el comentarista político Glenn Beck:
«No nos dirigimos hacia una recesión o depresión. Nos dirigimos hacia el COLAPSO del dólar».
Si el dólar estadounidense colapsa, Beck proyecta que la supuesta solución del gobierno será la moneda digital del banco central. «No escuches esa mentira», aconseja Beck.
La evaluación económica de Beck, a pesar de que muchos la califican de exagerada, es compartida por otros expertos y analistas, tanto extranjeros como nacionales.
Catherine Austin Fitts, banquera de inversión estadounidense y ex subsecretaria de vivienda y desarrollo urbano, llama a CBDC una «cuadrícula de control de transacciones digitales que le dirá qué puede hacer con su dinero». Ella continúa: «Si deciden que quieren cobrarnos el doble de impuestos, simplemente lo sacan de su cuenta». En otras palabras, según Fitts, «todo son impuestos con una representación absolutamente nula».
Este análisis incluso sale de la boca de los propios banqueros centrales. Al hablar de CBDC, Agustín Carstens, exgobernador del Banco de México y actual gerente general del Banco de Pagos Internacionales, afirmó que «los bancos centrales tendrán control absoluto sobre las reglas y regulaciones» y que los bancos también «tendrán la tecnología para hacer cumplir eso».
Esta amenaza potencial hizo que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, emitiera recientemente un comunicado de prensa que decía: «Los esfuerzos de la administración Biden para inyectar una moneda digital de banco centralizado tienen que ver con la vigilancia y el control». El gobernador republicano continuó afirmando que Florida «no adoptará políticas que amenacen la libertad económica y la seguridad personal».
La condena de DeSantis a la CBDC refleja la condena del socialismo por parte de la Iglesia Católica. El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que el socialismo «presenta peligros», en los que «la excesiva intervención del Estado puede amenazar la libertad y la iniciativa personal» (¶1883).
La respuesta del catecismo a este tipo de esclavitud social es la subsidiariedad, el principio de que «una comunidad de orden superior no debe interferir en la vida interna de una comunidad de orden inferior, privando a esta última de sus funciones» (¶1883).
Los despidos son el resultado del desmoronamiento de la economía estadounidense, y con el dólar estadounidense a punto de extinguirse, la seguridad laboral seguirá siendo un misterio para la mayoría.
por Paul Brock III.
DETROIT, Michigan.
ChurchMilitant.com.
