En todo Occidente y más marcadamente en Europa, avanza la ola secularizadora. Los creyentes están disminuyendo y los que no tienen religión están aumentando. Pero este no es el caso para todos. En Europa, los judíos se mueven contra la corriente. Entre los cuales la fe en Dios y la observancia religiosa aumentan en lugar de disminuir. Y crecen sobre todo entre los más jóvenes, incluso aquí al revés de la tendencia general.
Para resaltar esta discrepancia singular está una lumbrera de la sociología y la demografía, Sergio Della Pergola, de 79 años, profesor emérito de la Universidad Hebrea de Jerusalén, quien junto con el otro gran especialista L. Daniel Staetsky curaron para el Instituto de Investigación de Políticas Judías la impresionante investigación titulado » Las identidades judías de los judíos europeos: qué, por qué y cómo «, finalizado en diciembre de 2021 y basado a su vez en otras investigaciones previas , todas legibles en la web en sus textos completos.
Della Pergola expuso los principales resultados de la investigación en una entrevista con » Moked «, el portal del judaísmo italiano. Los judíos europeos, dice, «están mucho más inclinados a identificarse como una minoría religiosa que étnica». La religión, de hecho, es el primer elemento de identidad para el 35 por ciento de ellos, seguido del parentesco con el 26 por ciento, la cultura con el 11, las tradiciones con el 10 y la etnia con el 9.
Si luego se desglosa a los entrevistados según sus respectivas orientaciones, el 5 por ciento se declara «jaredí», es decir, ultraortodoxos como los «jasidim», el 8 por ciento ortodoxo, el 24 por ciento apegado a las tradiciones, el 15 por ciento reformista, el 38 por ciento «. simplemente judíos», 8 por ciento no identificados con ninguna corriente específica, 5 por ciento «mixtos», indiferenciados.
Mientras tanto, sin embargo, un buen número de ellos dice que no asiste regularmente a la sinagoga, no come comida kosher y no observa el sábado.
Pero ojo, estos son los datos generales. Si se desglosan los resultados por país y por grupo de edad, la cosa cambia.
En el gráfico que reproducimos a continuación, por ejemplo, podemos ver cómo la adhesión a las corrientes más ortodoxas del judaísmo crece a medida que se reduce la edad, con los picos más altos entre los «millennials», es decir, jóvenes de entre 16 y 29 años.
“Este es un dato que no esperaba”, comenta Della Pergola, “que se compone de otros datos que muestran un crecimiento entre los jóvenes de la fe en Dios y del interés por la religión”. Así como la observancia de rituales, tal y como aparece en este otro gráfico:
Aquí también, de hecho, vemos que la participación en los ritos de Pascua, el ayuno en Yom Kippur, el encendido de las luces el viernes por la noche, el respeto por los alimentos kosher, la observancia del sábado alcanzan los niveles más altos precisamente en el período de edad más joven.
También se notan diferencias similares entre los judíos de una u otra nación europea. Hay una mayor presencia de judíos ortodoxos y tradicionales en Francia, Reino Unido, España y Bélgica. Mientras que hay menos de ellos en Hungría, Polonia y los países escandinavos. A medio camino están Alemania e Italia, donde la mayoría, el 54 por ciento, se declaran «simplemente judíos».
Queda el hecho de que para la identidad de los judíos de Europa, de todas las épocas y naciones, vale más que nada la memoria de la Shoá y la resistencia al antisemitismo, tras lo cual viene la participación en las fiestas judías, el apoyo a Israel , la fe en Dios -indicada por un tercio de los entrevistados- y las obras de caridad.
Ante cualquier diferenciación, por tanto, comenta Della Pergola, «la condición judía es tal que todos los judíos están en todo caso expuestos a un mundo no judío que no discrimina entre sus corrientes», porque la Shoah y el antisemitismo son desafíos «en frente a los cuales los judíos nos identificamos juntos y por eso nos conviene enfrentarlos juntos”.
Pero en opinión de los autores de la investigación, ni siquiera debe sobrestimarse el crecimiento de la religión entre los judíos más jóvenes, porque la ola secularizadora también avanza entre ellos, afectando su propia identificación con el judaísmo.
En este sentido, Della Pergola y Staetsky utilizan la metáfora de la «olla de sopa hirviendo».
“Cuando la sopa hierve, se evapora, dejando una sopa más espesa y rica en el fondo de la olla. Del mismo modo, puede ser que algunos jóvenes se ‘evaporen’, pierdan contacto con el mundo judío y por lo tanto ya no dejen huella de sí mismos entre los entrevistados, mientras que los que quedan tienen identidades judías más ricas”.
Correcta observación, que sin embargo se aplica a todas las investigaciones sobre la religiosidad en Europa. Donde más se «evaporan» son sin embargo los cristianos, y en mayor número entre las generaciones más jóvenes. Todo lo contrario del pueblo judío, un «misterio» atemporal entre las naciones.
POR SANDRO MAGISTER.
SETTIMO CIELO.
jueves 17 de febrero de 2022.
