Septiembre, mes de la patria. Un mes en el que recordamos la historia de nuestro país, vivimos un gran sentido patriótico y celebramos el orgullo de ser mexicanos. Septiembre es un mes en el que se vive a tope nuestras tradiciones y hacemos vida nuestra cultura.
El mes de la patria también es un momento de reunión familiar. Y es que la familia es un pilar fundamental de la identidad nacional y cultural de nuestro país. México es un país de familia, es una nación familiar, las familias mexicanas dan forma, dan vida y sacan adelante a nuestra sociedad, todos los días.
La familia en México es un espacio de amor incondicional. La familia en México es un ejemplo de solidaridad en el que padres y madres dan lo major de sí mismos por sus hijos, donde se cuidan a nuestros abuelos… es a donde regresamos cuando algo nos preocupa o nos quita la paz.
En México, nuestras familias son guía y ejemplo para las nuevas generaciones, es así como se han transmitido nuestros valores y nuestra cultura. En México, nuestras familias son un testimonio de entrega, porque a pesar de todas las dificultades que surgen, es la familia el lugar seguro que siempre ayuda y al que siempre regresamos.
Amor, solidaridad, ejemplo y entrega son parte de nuestros valores familiares, el principal patrimonio social de nuestro país.
Hoy, también hay que reconocer una realidad que ha impactado en nuestras familias. Hoy, vemos como desde hace décadas, millones de mexicanos han emigrando a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades para darle a sus familias una vida mejor.
Cada historia es distinta… algunos han llevado a su familia del otro lado de la frontera, otros regresaron, algunos se han separadon y otros más perdieron la vida en su intento de buscar el “sueño americano”. Esto ha ocasionado que la vida de millones de familias cambiara para siempre.
Por otro lado, vemos como la pandemia del relativismo y del progresismo ha intentado colonizar el corazón de las familias de uno y del otro lado del frontera, siendo un reto común para las familias en ambos países. La cultura de la muerte y la ideologia de género no conocen de fronteras.
Estas pandemias intentar diluir nuestros valores, separando familias y colonizando naciones. Es por eso que hoy más que nunca es importante impulsar una Visión Binacional de la Familia, reconociendo el fenómeno migratorio que ha sucedido por décadas y enfrentando un enemigo común, el progesismo.
Una Visión Binacional de la Familia reconoce que la familia también traspasa fronteras. Aunque los familiares estén físicamente distantes, el amor y las raíces los unen afectivamente. También, reconoce el fenómeno cultural y económico de la familia binacional. Que mejor testimonio de entrega que el que da un migrante que con el fruto de su esfuerzo envía dinero a México para sus padres y para sus hijos… que mejor ejemplo de comunion cultural que el que dan nuestras familias retomando lo mejor de ambas culturas.
Es por eso que esta visión debe influir social, económica y políticamente en la vida de las naciones.
Una Visión Binacional de la Familia influye socialmente cuando permea los valores familiares en los hogares, sobre todo en las nuevas generaciones. Cuando se ponen las redes sociales y los medios de comunicacón al servicio de las causas más importantes. Cuando se fortalecen asociaciones, fundaciones y voluntariados para reconocer, apoyar y promover el valor de la familia. Cuando le hablamos, le ayudamos e involucramos a las familias de ambos lados de la frontera como una unidad a pesar de la distancia.
Una Visión Binacional de la Familia influye económicamente cuando reconoce en las remesas el triunfo de la solidardad familiar de las familias en ambos lados de la frontera que promueven una economía social que supera las falacias igualitarias del comunismo y el engaño de la competencia egoista del capitalism feroz. El progreso, no está peleado con la solidaridad. Esta visión económica debe permear en el comercio, en la industria y en todo el sector privado.
Una Visión Binacional de la Familia influye políticamente cuando se construyen y se promueven agendas politico-electorales que representen los valores familiares que unen comunidades y rescatan las identidades nacionales. Cuando la vida, la familia y las libertades son la voz de nuevos politicos, congruentes y valientes. que construyen escuchando y que levantan la mano trabajando. De cada lado de la frontera deberán surgir estos nuevos líderes y estas nuevas agendas que promuevan una visión familiar que genere puentes entre ambos países para darle lo mejor a sus familias.
Hoy, esta Visión ya está en marcha. Ejemplos como el de EWTN, Agencia Católica de Noticias, Actuall, Patria Unida, Yo influyo, en los medios de comunicación, empresarios que en ambos países que ya promueven una economía social, y más recientemente, la apuesta de mi amigo Eduardo Verástegui para buscar la Presidencia de México para darnos voz y representación a las familias mexicanas y a nuestros valores.
En este mes de septiembre, las familias gritaremos con entusiasmo “¡Viva México!” porque eso es lo que queremos, que viva, que viva dignamente, que vivan nuestros valores. El momento es hoy, la ruta es clara, nos toca a nosotros.