Como cada año, Vicky, Daniela y Vicente, locatarios de la Basílica de Guadalupe, esperan la llegada de miles de peregrinos que en su paso al santuario mariano compran algún artículo religioso para tenerlo como recuerdo.
Para ellos el año pasado no fue sencillo, pues con la pandemia esa tradición se canceló al igual que sus ventas que cayeron 80 por ciento; sin embargo, estos días tienen fe en lograr una recuperación de por lo menos entre 70 y 80 por ciento.
La crisis de salud también obligó a la Catedral Metropolitana de México a cerrar sus puertas tres meses en 2020, repercutiendo en sus finanzas pues no tenían para pagar los gastos corrientes de un templo de esa magnitud.
“El mantenimiento de esta Catedral, bajito, bajito, para que esté bonita, tendría que ser de 450 mil pesos al mes y eso como que no interesa a alguien”, explica a MILENIO el rector de la Catedral Metropolitana de México, Ricardo Valenzuela Pérez. Y si bien los peregrinos no dejan tantos recursos como un turista religioso, porque los primeros por lo general llegan al santuario y posiblemente ese mismo día regresan a su casa, y los segundos se quedan más tiempo para conocer la cultura del lugar, ambos representan ingresos económicos tanto para lugares de hospedaje, restaurantes, transporte, entre otros muchos servicios que rodean al turismo.
Santiago Cano, director del Congreso Internacional de Turismo Religioso y Sustentable, señala que el turismo y patrimonio religioso no sólo es la creencia de la fe sino que se manifiesta a través de la arquitectura, música, historia, escultura, pintura, gastronomía y museos, y añade que es un gran atractivo cultural y una referencia que identifica a los pueblos.
De acuerdo con cifras de 2019 de la Organización Mundial de Turismo, los viajes por motivos religiosos mueven 330 millones de turistas cada año y su impacto económico es de 20 por ciento al turismo mundial, y aquí es importante aclarar que esta actividad incluye a todas las religiones y no a una en específica. En México el turismo en general representa 8.4 por ciento del producto interno bruto. Potencial desperdiciado.
La Basílica de Guadalupe recibía 18 millones de personas cada año y sólo el 12 de diciembre acudían 7.2 millones a celebrarla, según cifras de 2019 de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur).
El rector de la Catedral Metropolitana de México comenta que la Basílica de Guadalupe tenía un ingreso por año de 22 millones de peregrinos y es el santuario a escala mundial al que llegaban más personas; “hoy sumando San Pedro del Vaticano, Lourdes, Fátima y la Aparecida, en Brasil, estos cuatro lugares no suman los 22 millones de peregrinos. San Pedro Vaticano no llega ni a seis millones y vaya que Europa tiene un recurso económico y estructura diferente, y tienen los recursos, pero que la gente venga de cualquier parte del mundo para ver a la Virgen de Guadalupe habla de una realidad bien diferente”.
“Si que la Virgen de Guadalupe atrae un turismo religioso muy peculiar, pero sobre todo un grupo de peregrinos que viene a pedirle a la Virgen. Hoy el gobierno no quiere que la gente se meta, que la gente esté en misa, entonces eso es muy preocupante”.
Pero a pesar de las millones de personas que visitan los “santuarios” cada año y que puede resultar en una importante derrama económica para los lugares en donde éstos se encuentran, no ha habido una estrategia nacional para impulsar el turismo religioso en México.
El rector de la Catedral Metropolitana de México comenta en entrevista que “hace unos cinco o seis años sí había un proyecto de hacer a manera de grupo de animadores a nivel nacional que pudieran trabajar el turismo religioso, con la idea de que los santuarios del país, es decir, las iglesias importantes hacia donde la gente peregrina pudiera tener calendarios, ideas en conjunto, experiencias para compartir y por lo tanto sí generar una agenda de turismo religioso”.
“Infortunadamente nos llegó la pandemia y todos estos esfuerzos quedaron muy aislados. Hoy los trabajos se están haciendo aisladamente, cada uno busca la manera de rascarse con sus propias uñas y las iglesias locales, las diócesis, las arquidiócesis también están en necesidades económicas».
“Necesitamos volver a mirar, a trabajar en conjunto, en equipo y encontrarnos en la plaza común de la religiosidad popular, del turismo religioso, porque el que viene a ver a la Virgen de Guadalupe, una ofrenda de muertos, a la Virgen de Juquila necesita un lugar de alojamiento, en dónde comer, y ahí es donde verdaderamente nos tenemos que unir y trabajar a favor del que viene como turista y como fiel”.
El rector señala que hay operadores que trabajan tan aisladamente que lo único que quieren es sacar dinero y “si un guía de turistas trae 20 personas, le muestra la Catedral, les cobra 300 pesos por persona y aquí no dejan un peso, es decir, no estamos trabajando en equipo, esa es la parte que necesitamos recobrar”.
Por su parte, el presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones Turísticas (Fematur), Jorge Hernández, afirmó a MILENIO que este segmento no ha alcanzado el pleno desarrollo por la falta de interés de los involucrados en el sector, y la ausencia de inversión para crear productos e infraestructura adecuada.
El turismo religioso “no ha sido debidamente atendido; en Ciudad de México, la Basílica es la más visitada en el mundo; sin embargo, no se ha sabido comercializar, además de que no existen hoteles dignos para albergar a los viajeros para que puedan pernoctar. Los establecimientos cercanos a este recinto son hoteles de paso, no da buena imagen, confianza”, indica.
Hernández señala que los jefes clérigos y la autoridad no han podido poner en alto este segmento, uno de los ejemplos es la Basílica que recibe más gente que la Plaza de San Pedro en el Vaticano, pero existe mucha diferencia en la infraestructura y calidad de los servicios que se ofrecen.
El presidente de la Fematur menciona que por esto el gasto del turista religioso en México es muy bajo y su pernocta cerca del recinto religioso no se da y se van a establecimientos que están más alejados. Sólo 15 por ciento de los visitantes que vienen por estos motivos se queda un día en Ciudad de México, ya que el resto prefiere regresar a su lugar de origen, afirma Hernández.
El rector de la Catedral Metropolitana enfatiza: “Necesitamos despertar para que hagamos una estrategia, a la mejor de momento con la iniciativa privada y seguramente con el apoyo de los gobiernos locales porque si hay mucho apoyo. Jalisco es un estado católico por lo tanto cualquier cosa que suene a católico la gente le entra. Guanajuato, Jalisco y Michoacán tienen un arraigo religioso muy profundo que ahí sí habría en el equipo de gobierno quien diría yo le entro y pongo la infraestructura”.
Jalisco, el referente
El estado de Jalisco tiene como uno de sus ejes estratégicos al turismo religioso porque además de la derrama económica que representa, colabora y coadyuva con el tejido social.
El coordinador de Turismo Religioso, Mario Gálvez, explica en entrevista que con las devociones marianas, después de Ciudad de México, Jalisco es el que tiene la mayor afluencia con la Virgen de Zapopan, la Virgen de Talpa y la Virgen de San Juan de los Lagos, además de las construcciones históricas que se tienen.
La Coordinación de Turismo Religioso forma parte de la dirección general de Desarrollo de Turismo Regional y su objetivo es generar una mayor afluencia y experiencia de visitantes y peregrinos, además de que permite acceder a asesorías y recursos a quienes realizan proyectos de este tipo. “Se reciben proyectos, se da seguimiento, se ve si tiene alguna viabilidad y se abren unas reglas de operación para indicar los lineamientos de cómo pueden acceder a recursos para embellecer los espacios, generar una buena experiencia, incluyendo la promoción y difusión de los mismos que tiene que ver mucho con la cultura, con los temas de cada una de las regiones y municipios”, señala Gálvez.
“Nuestro trabajo es precisamente el acompañamiento con todo el proceso y ayudarles a la transversalización con las otras dependencias”, dice el funcionario. Esfuerzos previos Entre los esfuerzos federales más recientes están la estrategia de Desarrollo y Promoción para el Turismo Cultural-Religioso que presentó en septiembre de 2018 Enrique de la Madrid, entonces secretario de Turismo, que buscaba aprovechar de manera sustentable el patrimonio de 716 localidades identificadas con valor religioso, y reconocía la importancia económica de los viajes religiosos y espirituales.
Sin embargo, después cambió la administración federal y no ha habido más noticias de ello.
Ante la apertura de la Basílica de Guadalupe y la reactivación que están registrando los viajes en todo México tras los momentos más difíciles de la pandemia, la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (AMAV) y la Fematur proyectan que el turismo religioso logre una recuperación por arriba de 70 por ciento este año.
“Sí hay una recuperación de todo el sector, incluyendo religioso; ahorita se viene una buena temporada sobre todo para Ciudad de México por el día de la Virgen de Guadalupe y las festividades decembrinas, son millones de personas que acuden a la Basílica”, sentencia Hernández.
En CdMx, han llegado 462 mil 316 peregrinos a la Basílica de Guadalupe Hablamos de una reactivación por encima de 70 por ciento en comparación con 2020, cuando estuvimos en confinamiento, es un buen porcentaje y la temporada alta decembrina va a ser muy positiva, comenta el presidente de Fematur.
Por su parte, el presidente de la AMAV, Eduardo Paniagua, afirma que uno de los factores de esta recuperación se debe a que después de los momentos más difíciles por la crisis de salud, la gente se volvió más católica y está acudiendo más a los recintos religiosos.
“Hoy tenemos la oportunidad de salir y visitar a los santos, se están llenando las iglesias como en Campeche con el Cristo Negro”, menciona el directivo. El turismo religioso es la actividad económica más democrática del mundo, porque genera ingresos para taxistas, empleados de restaurantes, todos ganan, comenta el presidente de la AMAV. Hernández informó que en este segmento de turismo, 85 por ciento del total de viajeros son mexicanos y el restante 15 por ciento extranjeros, principalmente europeos. Comenta que el turismo religioso representa entre 7 y 8 por ciento del total de la industria de viajes, nivel que podría ser mayor por el potencial que se tiene en México por sus recintos y su historia. Los estados con mayor potencial en este segmento son Ciudad de México, Zacatecas, Guanajuato y Jalisco, entre otros, indicó Hernández.
Para Paniagua, en los 132 pueblos mágicos del país el turismo religioso es una parte fundamental, ya que en todos ellos hay un recinto y mucha historia respecto a aspectos religiosos.
“Más de 30 por ciento de la actividad turística de un pueblo mágico son las iglesias, todos los pueblos tienen conventos y recintos, tenemos muchos tipos de cristos y esto genera que podamos tener una oportunidad” en esta reactivación, mencionó el directivo. México es prácticamente uno de los 10 países más importantes en turismo religioso, tenemos los grandes cristos de México, desde Tijuana (el que reciben a los migrantes) hasta llegar a Chiapas, donde tenemos el Cristo de Copoya, de 35 metros; el Cristo de Calvillo y el Cristo Roto, en Aguascalientes, señaló Paniagua. Costo de los recintos El rector Valenzuela Pérez recuerda que en Europa casi todos los templos católicos y no católicos cobran para entrar, y el menos caro es de 3 euros, más de 70 pesos, “si yo pusiera una cifra aquí afuera hasta me demandan, pero la gran pregunta es y porqué no aportar para entrar”.
En octubre pasado la Catedral Metropolitana de México realizó recorridos turísticos religiosos y gracias a éstos “aquí podemos empezar a respirar, ya alcancé a juntar lo del aguinaldo que eso no le interesaba a nadie”.
Aclara que algunos visitantes llegaron por recomendaciones de los hoteles y “eso es trabajar en equipo”. Ante la buena respuesta, este fin de semana tendrán en la Catedral Metropolitana recorridos guadalupanos y uno navideño del 17 al 25 de diciembre en “donde se verán desde el punto de vista cultural las pinturas que tienen referencia al nacimiento de Cristo”, entre otras actividades.
Llegan los peregrinos
Para los locatarios de la Basílica de Guadalupe el 2020 fue una temporada complicada ante el cierre del recinto y la ausencia de peregrinos, que causó una caída de 80 por ciento en sus ventas; sin embargo, este año significa el reinicio de las mismas y una mejora en su economía. “El fin de semana pasado ya tuvimos buenas ventas y si se veía mucha más gente.
Esta semana ya empezó a haber peregrinaciones, si hemos tenido una mejora. Para el fin de semana yo creo se va a ver el incremento de personas en la Basílica”, comentó Vicky Arisbeth Cruz, encargada de uno de locales cercanos al recinto. Este año ya hemos podido ver varias peregrinaciones, incluso han venido en caballo y motocicletas, mencionó Arisbeth. Daniela González, también encargada de los locales con diversos artículos religiosos, comentó que ya han llegado fieles de Toluca o Querétaro, pero a diferencia de años anteriores ahora son menos.
“Están viniendo grupos pequeños, no tan numerosos. Este diciembre no he visto tantas aglomeraciones como en años pasados, a estas fechas ya estaba lleno”, indicó Daniela. Para Vicente Solano, quien tiene años de experiencia en artículos religiosos, las medidas tomadas por las autoridades como no permitir que los peregrinos se queden a dormir o que haya sólo un espacio para la entrada y salida, no ayudará a la recuperación total. Pese a estas medidas, los locatarios de la Basílica de Guadalupe esperan que sus ventas suban entre 70 y 80 por ciento, con lo cual estarían cerca de los niveles prepandemia
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