En medio de una pandemia que no se ve para cuándo pudiera frenarse, o al menos disminuir, iniciamos noviembre -también llamado mes de los muertos-, acorde con la tradición de conmemorar a Todos los Santos y Fieles Difuntos, los días 1 y 2.
Y vaya que México tiene muchos muertos para recordar y llorar. Tan sólo por Covid, rebasamos ya la cifra de 90 mil fallecidos, lo que nos ubica entre los primeros lugares por decesos a causa de la pandemia que, conforme a la Organización Mundial de Salud (OMS) es ya un mal endémico con el que tendremos que acostumbrarnos a convivir.
Y pese a ello, el vocero del gobierno federal sobre el tema, Hugo López Gatell, insiste en decir que el uso del cubrebocas no es imprescindible, y lo repitió el martes pasado al puro estilo de la Chimoltrufia: “El cubrebocas sirve para lo que sirve, pero no sirve para lo que no sirve”; esto es, como te digo una cosa te digo la otra.
Así, mientras el chimoltrufio vocero sigue sin dar una como responsable en el manejo de la pandemia, como para aminorar el sentir popular por 90 mil decesos; el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el mismo martes que propondría un decreto para tener 3 días de luto nacional por las muertes que ha dejado la pandemia del Covid-19 en México.
“Es mucho el dolor que nos está dejando esta pandemia. Son muchos los fallecidos, conocidos, amigos y familiares. Hay mucha tristeza. Voy a proponer un decreto para que dediquemos 3 días de luto nacional: sábado, domingo y lunes, también con motivo de Día de Muertos.”, precisó el mandatario en su imposición de agenda mañanera.
De acuerdo con la propuesta presidencial, “pondremos una ofrenda dedicada a todos ellos (los 90 mil muertos) en Palacio Nacional, la cual podrá ser visitada siempre y cuando se cumpla con los protocolos sanitarios”. En este sentido vale la pena estar pendientes de la ceremonia oficial para colocar dicha ofrenda, para ver si AMLO predica con el ejemplo y -al menos por esta ocasión- cumple con los protocolos sanitarios y acude al evento con cubrebocas, el cual se sigue negando a utilizar.
Pues bien, señalamos al inicio de este comentario que México tiene muchos muertos para recordar y llorar, así que ya entrados en cifras es obligado hablar de las más de 65 mil muertes violentas que llevamos en lo que va de la actual administración, cifra que prácticamente se ha duplicado en relación con el mismo período del gobierno de Enrique Peña Nieto y que el secretario federal de Seguridad se comprometió a disminuir.
Si Pitágoras no se equivoca, en vez de ello la cifra de muertes violentas ha crecido casi al doble, pero al señor Alfonso Durazo Montaño esto parece no importarle y el mismo martes hizo formal su renuncia como secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, lo que llevó a la Junta de Coordinación Política del Senado de la República a “posponer la comparecencia” que debía sostener el día siguiente (miércoles 28), ante la presentación de su renuncia al cargo “para atender otros asuntos”.
Ya se rumoraba, pero ahora se hizo oficial que entre los “otros asuntos” que atenderá el señor Durazo está la búsqueda de la candidatura de MORENA para gobernador del estado de Sonora. Allá los sonorenses si quieren aventarse el tiro de darle su voto y luego los deje plantados para “atender otros asuntos” como la búsqueda a la candidatura a la Presidencia de la República.
Pero no juguemos a ser agoreros y mejor recordemos a nuestros muertos.
Con información de Nuestra Voz Campeche/Editorial
