En torno al doble atentado llevado a cabo en España, que cobró la vida del sacristán de una iglesia católica, uno de los hechos más desafortunados ha sido el afán por desviar la atención y tratar de ocultar las palabras «islamistas», «musulmanes» o «yihadistas».
En efecto, tanto funcionarios del gobierno socialista español como dirigentes del «derechista» Partido Popular y algunos obispos católicos, inmediatamente después de divulgada la información sobre el doble atentado perpetrado el jueves pasado en Algeciras, se apresuraron a evitar toda alusión a las motivaciones y filiación religiosa del autor de los sangrientos hechos.
El hombre perpetró su ataque contra el sacristán, a quien confundió con el sacerdote, al grito de «Alá es grande».
La estrategia distractiva, tendiente a evitar culquier alusión a la autoría islámica, fue resaltada durante un programa en el que participaron dos colaboradores de la AGENCIA CATÓLICA DE NOTICIAS, Raúl Tortolero, desde México, y Pedro Mejías, desde España.
Ambos coincidieron en que, a la luz de lo difundido, los Medios globalistas de comunicación, destacaron por minimizar, e incluso silenciar, lo sucedido en España.
La participación de ambos analistas permite cotejar lo ocurido de un lado y otro del océano, para corroborar cómo, una vez más, parece existir una consigna por desinformar a la gente y hacer que pasen desaperibidos los ataques anticristianos.
Compartimos lo ezpuesto tanto por Raúl Tortolero como por Pedro Mejías, dirigente de ACTÚAFAMILIA: