Malta ha legalizado oficialmente el cannabis para uso recreativo. 

 

El primer país europeo en introducir una ley de este tipo, el Parlamento de La Valeta, aprobó el decreto en la tercera lectura con 36 votos a favor y 27 en contra, en la sesión del martes. Ahora aguardamos la firma del decreto por parte del presidente de la República, George Vella. 

 

Según la nueva ley, será posible poseer personalmente hasta 7 gramos de esta sustancia y cultivar hasta 4 plantas en el interior. 

 

Hasta el final, el debate fue acalorado y la Iglesia Católica se pronunció unánimemente en contra de la ley propuesta. Según el director de Caritas Anthony Gatt, el problema no será sólo la cuestión de la liberalización en sí, sino el «control sobre la aplicación de las normas» que, de no estar garantizado, hará efectivo el «daño potencial» de la ley. 

 

Noel Xerri de la fundación Oasi, por su parte, criticó el carácter contradictorio de la ley que liberaliza y “al mismo tiempo impone campañas sobre el uso responsable del cannabis”. Para reducir el daño del cannabis, según Xerri, debemos pensar en «formas de recreación que no perjudiquen a la sociedad a largo plazo».

 

 En el frente de la asociación de escuelas católicas, se ha impugnado que la ley no protege suficientemente a los más vulnerables y especialmente a los más pequeños. Una petición firmada en todos los ámbitos por ONG y asociaciones de diversas orientaciones y que contenía una serie de propuestas de reforma de la ley había sido enviada al Parlamento para su discusión antes de la votación final, pero fue ignorada.