Por: Jeffrey M. Kihien-Palza
Los Reyes Magos vienen cabalgando en enero, llegan con los regalos para el niño Jesús, recién nacido en una cueva, su padre, el artesano José se regocija, Dios le ha encomendado una misión, San José cumple sin objetar.
La cabalgata de los Reyes Magos es una tradición en España, este año se realizó el 5 de Enero del 2024, es una fiesta familiar, popular, católica y los que más gozan son los niños, y, los adultos con su inocencia. Que sería del mundo sin la inocencia de los niños, un lugar sin esperanza.
La hermosa ciudad de San Fernando en Cádiz, es gobernada por la sucursal WOKE del Partido Demócrata de los Clinton, Obama,Soros y Biden en España, el PSOE, a cargo de organizar la cabalgata, con dineros públicos por supuesto. La cabalgata es una fiesta católica, que se celebra en todo el mundo hispano, dirigida a los niños, que con ilusión esperan un regalo. Con gran sorpresa, en plena cabalgata, funcionarios del gobierno entregaron un regalo a los niños dirigidos a destruir su inocencia y su santidad, repartieron agendas para niños con temas sexuales, incentivando al consumo de pornografía con personajes en forma de vegetales, pero con intención sexual directa. Se les ha bautizado como las porno-agendas, nombre que les cae exacto, pero no tanto como porno-satánicos. ¿Cuál sería el motivo para destruir la inocencia de los niños?, ¿Cuál es el motivo para sexualizarlos? Y sucede precisamente cuando occidente post-cristiano se debate entre la vida y la muerte y, la amenaza de la legalización de la pederastia es latente, pues ya está en la etapa del estudio y debate científico, para cambiar su denominación de inmoral y delictiva a la de una enfermedad mental que requiere tolerancia, tratamiento y no penalidad. Minor’s Attracted People (MAP), personas atraídas por menores, es como se le conoce ahora. Escriban en el buscador de internet MAP y serán dirigidos a cientos de estudios a la medida, científicos dicen, justificando la pederastia, las Naciones Unidas lo tiene ya en agenda, influenciando occidente para que se despenalice completamente.
En la tradicional, cristiana y conservadora sociedad de los Estados Unidos, o lo que queda de ella, la introducción de la educación sexual en las escuelas sucedió con el apoyo del capital privado, con la premisa de evitar el embarazo adolescente, una obra altruista al menos en papel y en los textos escolares, porno-agendas de la época, se eligió para ese motivo probar la hipótesis en la comunidad étnica más religiosa de los Estados Unidos, la comunidad negra. La Fundación Ford financió un programa de educación sexual en los colegios de mayoría negra, los resultados luego de diez años fueron devastadores, las consecuencias se observan hasta nuestros días. La enseñanza del sexo en las escuelas ocasionó inmediatamente la multiplicación de embarazos fuera del matrimonio, duplicándose solamente en los primeros años, y esa tendencia no se ha detenido hasta nuestros días.
En 1950, dieciocho por ciento de los nacimientos en la comunidad negra eran fuera del matrimonio, en el grupo llamado blanco no pasaba el cinco por ciento. Al día de hoy, ochenta por ciento de los niños negros nacen fuera de una familia constituida por padre y madre, una tragedia ocasionada por la educación sexual, continuada por políticas electorales de gobierno que premian a las madres solteras con un subsidio por cada hijo que tienen. Uno de cada cuatro niños negros, tiene a uno de sus padres en prisión, treintainueve por ciento del total de la población carcelaria en los Estados Unidos, es negra, siendo porcentaje en la población nacional solo de trece por ciento. Es un crimen la destrucción moral y ética de esa comunidad de los Estados Unidos, y, todo empezó con la educación sexual, lo que ocasionó la destrucción de la familia y la sagrada institución del matrimonio y, con ello, todos los males posibles, desde HIV hasta la tasa mal alta de asesinatos y pobreza. Corolario, eso sucede cuando convences a los niños que el sexo fuera del matrimonio no es pecado, y, que su libertad no tiene límites morales ni éticos, la vida se ha hecho para gozar sin límites, nos intentan convencer.
No se puede, no se debe sexualizar a los niños, la evidencia de los efectos negativos es abrumadora, menos mal existen instituciones y personas todavía valientes para comerse el lio y salir a denunciar, como mi buen amigo Pedro Mejias de Actua Familia, que puso la cara para enfrentarse a este bien organizado aparato global de sexualización infantil. Hay que continuar cavando trincheras para detener la maldad en cualquier lugar en donde nos encontremos, porque no es una guerra cultural, es una guerra espiritual.
