“El Papa. Ministerio y Misión”, (“Il Papa. Ministero e missione”, originalmente en italiano) es el nombre del nuevo libro del cardenal Gerhard Ludwig Müller, prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ahora dicasterio), que aparecerá la próxima semana en Italia. Con dicha ocasión, aparece en La Repubblica, hoy viernes 24 de marzo de 2023, en la página 23, una entrevista con él (imágen), de la cual traducimos un aparte.
-Usted ha criticado a Francisco evocando la “confusión” doctrinal: ¿por qué?
«Por principio nunca criticaría públicamente a un Papa. Francisco no ha cambiado y no puede cambiar la doctrina revelada, pero la tarea del Sumo Pontífice no es sólo evitar causar confusión, sino también desmentirla.
Eugenio Scalfari por ejemplo ha referido que él le habría dicho que el infierno no existe, el Papa en cambio podría explicarle el significado de esta difícil doctrina. En la Iglesia alemana hay propuestas directamente contra la fe católica: bendecir las parejas homosexuales es una blasfemia. El Padre James Martin dice que el Papa ha hecho mucho por las personas lgbt+, el Papa debería decirle: no debe instrumentalizarme».
–¿Usted excluye que dos personas del mismo sexo que se aman con fidelidad sean bendecidas por Dios?
«Cuando tomamos en serio la palabra de Dios esto no es posible».
–Los obispos alemanes dicen que el camino sinodal es la respuesta a la crisis de los abusos sexuales capaz de restaurar la credibilidad de la Iglesia.
«No podemos destruir la doctrina de la moral sexual porque algunos se han equivocado, debemos explicarla. No podemos superar la pedofilia con la homofilia, porque también los pecados contra los adultos son pecados».
–Con los obispos alemanes, ¿no va Usted contra el principio de la colegialidad?
«Hay obispos que han votado textos heréticos, en mi opinión hay que hacer un proceso canónico.
Está la colegialidad, pero existe también el primado y canónicamente el Papa tiene la responsabilidad de pedir explicaciones, corregir o —en casos extremos— destituir a los obispos por cuestiones doctrinales. Dicen que pueden desarrollar la comprensión de la doctrina, pero no podemos desarrollar la Revelación».
–Muchos Papas son santos: ¿no han debido, por exigencias de gobierno, renunciar a un poco de santidad?
«No puedo juzgar a quienes ya están canonizados porque es un acto de infalibilidad, pero la fama de santidad viene del pueblo, no de la autoridad eclesiástica. Juan XXIII gozaba de gran popularidad pero no había veneración, fue necesario hacer la dispensa del milagro… Una elección demasiado política. Como Papa, entonces, uno puede cometer muchos errores, compromisos, y después es difícil de defender. La posición de Pío XII entre Mussolini y Hitler no era fácil.
Yo aconsejaría para el futuro proceder con más cautela».
–Ahora se habla de Juan Pablo II que presuntamente habría encubierto las denuncias contra unos sacerdotes pedófilos.
«Estas son acusaciones difamatorias, con la idea política de dañar el catolicismo en Polonia, decapitando a su figura más importante».
Ciudad del Vaticano.
Viernes 24 de marzo de 2023.
SECRETUMMEUMMIHI.
