¿Los medios del Vaticano censuran al Papa León XIV?

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Ayer vivimos un día gozoso con la última audiencia del Papa León XIV su segunda audiencia general, hemos vivido un periodo, quizás demasiado largo de intensa información. Nuestra Specola ha crecido y se ha alargado mucho más de lo deseado, hoy tenemos un respiro que indica que vamos entrando en una cierta normalidad. Ya tenemos, nuestra imagen de hoy, el escudo floral del Papa León XIV en los jardines del Vaticano. Los hombres pasan, los papas pasan, lo pontificados terminan y empiezan y la rutina prevista en los cambios hace que van desapareciendo lo símbolos de un pontificado y van apareciendo otros. Estas cosas se viven en el Vaticano con una fría normalidad en una institución que ve pasar la historia ante los ojos con la sabiduría de los siglos a sus espaldas.

Son tiempos de tomar posiciones y ver qué posiciones tienen los demás. La impresión en el Vaticano es que todos los equilibrios han cambiado. Santa Marta ha desaparecido y todo los que acudían a la corte del Papa Francisco se han quedado sin corte. El Papa León XIV recibe en el despacho oficial. No dudamos que tiene otros encuentros, los que quiera, pero están fuera de los focos y por las filtraciones que podemos tener, son escasos y relacionados con viejas amistades, las cosas de gobierno las trata, al menos eso parece, por el cauce ordinario. Son días en los que vemos a ilustres purpurados deambular por los sacros palacios sin saber muy bien a que puerta llamar o quien se encontrarán detrás. Los rostros pueden ser los mismos, los nombre y apellidos tardan en cambiar, los armarios siempre están llenos de uniformes para adaptarse a los que sea. El problema es que no tenemos muchos datos para saber dónde estamos y es nota demasiado. No podemos perder de vista que personajes como Paglia, entraron en el Vaticano de la mano de Benedicto XVI y decían y hacían otras cosas, se adaptaron al cambio para sobrevivir al pontificado del Papa Francisco, y a pesar de tantas adaptaciones no han alcanzado el ansiado cardenalato.

Los medios del Vaticano no funcionan y ayer tuvimos el último episodio oscureciendo a León XIV. Después de haber saludado personalmente a todos los obispos, se dirigía a los fieles que estaban a su lado para estrecharles la mano y bendecirlos, y Vatican News cortó la transmisión en directo , dejando la vista en la cámara panorámica de la plaza e interrumpiendo la transmisión con imágenes en primer plano .  León XIV, caminando entre los fieles, demostró que se puede ser Papa sin negar el papado, que se puede ser amado sin demonizar a la Iglesia. Una narrativa incómoda para aquellos, como Paolo Ruffini, Andrea Tornielli, Salvatore Cernuzio y otros, que durante más de una década han construido un relato rígidamente ideológico del pontificado anterior.

Admitir la fuerza humana y pastoral de León XIV significaría reconocer que doce años de comunicación oficial fueron a menudo más propaganda que evangelización.  Pretenden borrar cualquier gesto que pueda acercar a León XIV al pueblo. Cada sonrisa, cada apretón de manos, cada palabra fuera de guión es cortada, acortada, evitada. El objetivo es claro: crear la mayor discontinuidad posible con el Papa Francisco, para luego acusar a León XIV de frialdad, distanciamiento y restauración. Una estrategia estudiada, alimentada por quienes hoy temen perder visibilidad, posiciones, poder.  Durante años han alimentado polarizaciones, escisiones y divisiones dentro de la Iglesia, esperemos que está vez  no será tan fácil.  Ya circulan en internet imágenes del Papa estrechando manos y bendiciendo pese a la ausencia de cámaras oficiales. Y esto dice mucho del fracaso de la censura: la espontaneidad, la autenticidad y la verdad, hoy en día, escapan al control centralizado. Es triste ver que lo que debe ser un un servicio al Papa, se convierte en un juego de poder que comenzó pocas horas después de la muerte del Papa Francisco. 

El Palacio Apostólico no es sólo un edificio simbólico; Es el corazón de la vida de la Iglesia Católica y pronto se convertirá en el hogar del Papa León XIV. Que alguien haya logrado proyectar un vídeo sobre esa fachada, sin que nadie interviniera en tiempo real, representa una señal muy grave: un agujero de seguridad, una falla estructural que se suma a una serie de episodios similares ocurridos en los últimos años.  No es la primera vez que los activistas eligen el Vaticano como escenario de sus manifestaciones. Hemos asistido a incursiones en los Museos Vaticanos, a representaciones durante las audiencias generales, a incursiones simbólicas en el belén de la Plaza de San Pedro. Siempre con un objetivo común: aprovechar la visibilidad global de este espacio para ganar un momento de cobertura mediática.

 ¿Cómo fue posible? La respuesta más inquietante es que algunos siguen en sus puestos, a pesar de estas graves deficiencias. Los críticos problemas de seguridad en el Estado de la Ciudad del Vaticano han sido denunciados durante años. El verdadero problema es sistémico: se ha aceptado que ciertos episodios son inevitables, como si la inviolabilidad del Vaticano fuera un concepto obsoleto. Pero si hoy fue una proyección ¿qué impedirá que mañana alguien dispare? ¿Además, la Policía Estatal, que es responsable de la seguridad de la plaza y sus alrededores? ¿Estaban todos de vacaciones?  ¿Qué pasaría si en lugar de un vídeo hubiera habido un atacante? La vulnerabilidad del Papa, de las instituciones religiosas e incluso de los fieles en la Plaza de San Pedro no se puede ignorar a la ligera.  Las autoridades, tanto italianas como vaticanas, están llamadas a una profunda reflexión y, sobre todo, a actuar. Reforzar la seguridad, profesionalizar la gendarmería, actualizar los protocolos de urgencia ya no son opciones, sino deberes urgentes. Porque la verdadera pregunta ya no es cómo lo hicieron , sino cuándo volverá a suceder , y si la próxima vez será demasiado tarde.

El cardenal Baldassarre Reina, recientemente  nombrado  Gran Canciller del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia por el Papa León XIV, quiso encontrarse por primera vez con los profesores del Instituto. El encuentro, que duró aproximadamente una hora y media, tuvo lugar en la sede del Instituto y vio al cardenal enfrentarse directamente al personal docente.  Expresó su deseo de ser una presencia participativa y proactiva en la vida académica del Instituto, afirmando que quiere considerarse “como un miembro del equipo».  Al final del encuentro, el Cardenal anunció la renovación del mandato del Profesor Bordeyne como Decano del Instituto por cuatro años más.

Uno de los temas calientes que se encuentra el Papa León XIV es el caso Becciu que no es un caso aislado y que tiene la trastienda de todo el sistema judicial del Estado Ciudad del Vaticano. En el pontificado del Papa Francisco hemos vivido lo equivalente a la ‘ciudad sin ley’ en donde la voluntad, muy voluble, de ‘la autoridad suprema’ era la única norma. El paso atrás del cardenal en los días previos del cónclave para evitar discusiones estériles fue muy bien valorado por sus hermanos. Su primer encuentro con el papa cara a cara ha sido largamente esperado.  La audiencia representa ciertamente una señal particularmente importante, considerando el complicado caso judicial y mediático que rodea al cardenal que recibió una dura condena del Tribunal Vaticano.  No ha trascendido ninguna comunicación oficial sobre el contenido de la conversación de hoy, pero algunas fuentes hablan de la voluntad del Papa de «escuchar y estar cerca» del cardenal Becciu, y está claro que León XIV no pretende dejarse influenciar por la campaña mediática. Veremos que salida se encuentra, no vemos a León XIV firmando la orden de detención y prisión de un cardenal, condenado está, apelar a apelado, el caso es una locura de principio a fin que no se sostiene, al final el Papa León XIV tendrá que tomar una decisión que no puede dilatarse eternamente.

En el dicasterio de medios de comunicación las cosas están muy movidas, los resultados son catastróficos y cuestan una fortuna. Estos días vemos a Tornielli, que sigue siendo director de la Dirección Editorial del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede como ponente en la LUMSA, una universidad de la Santa Sede anidada en edificios del Vaticano en la zona de Vía de la Conciliazione. No es tema menor, es una discreta realidad que cuenta con más de siete mil alumnos y en la que muchos relacionados con las ‘familias’ vaticanas encuentran trabajo como profesores  en sus mil modalidades. Sobrevive porque no paga alquileres y se aprovecha de todas la ventajas de la extraterritorialidad. El título del encuentro es «La información es la búsqueda de la verdad siempre y en cualquier caso». En un tiempo en el que van desapareciendo los últimos escudos del Papa Francisco del Vaticano llama y no poco la atención. «Leyendo los mensajes del Papa Francisco en las Jornadas de la Comunicación, siempre he encontrado una gran coincidencia entre las reglas del buen periodismo y lo que él decía. Creo que la información debe utilizar, sin duda, las herramientas de la investigación de la verdad, la presencia sobre el terreno, el conocimiento y el testimonio».  En el encuentro también se entregó el Premio Pauline 2025 a Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, para que no falte de nada.

Zuppi no sabe que hacer para no desaparecer, sabe que debe mucho, todo, al Papa Francisco y que ya no está. Su candidatura en el cónclave desapareció antes de empezar, sabe que fuera de italia se valoran las cosas de otra manera. Recordó al Papa Francisco al inicio de la introducción al Consejo Permanente de la CEI. “La suya no fue una popularidad efímera; Francisco acercó verdaderamente la Iglesia al pueblo”. “Muchos han expresado, en los últimos días, el sentido de pérdida porque ya no está con nosotros”, es el testimonio de esos “todos” que se sintieron en casa con él y que piden encontrar una Iglesia que acoja, no porque acepte todo, sino porque cambie a todos y todo, haciéndolos hijos y amados.  «Muchas preclusiones, incluso consolidadas, hacia la Iglesia y el Papa han caído gracias a Francisco». «La Iglesia en Italia, en la amplia perspectiva de la historia, tiene una gran deuda con él»: «Tenemos la responsabilidad de comprender los caminos que ha abierto, las preguntas explícitas e implícitas que se manifiestan hoy. Como Obispos de la Iglesia en Italia, debemos expresar nuestra gratitud por su presencia entre nosotros, nunca formal o banal, y debemos decirle gracias porque su enseñanza empática ha ayudado tanto al servicio al Evangelio que realizamos en la sociedad. El Papa León XIV dijo: ‘Con su muerte nos sentimos como aquellas multitudes de las que el Evangelio dice que estaban «como ovejas sin pastor».

No tenemos una idea clara de qué criterios sigue el Papa León XIV en sus nombramiento, por ahora son escasos y son interpretados más como una continuidad con decisiones ya tomadas que como decisiones que cuentan son su sello personal. En la curia reina el silencio, los actos discretos, nadie sabe que piensa hacer el nuevo papa y lo que va haciendo es extraño y sin una línea clara.  El Papa ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral del Ordinariato Militar de Eslovaquia, presentada por Mons. František Rábek, y nombró al padre Pavol Šajgalik, capellán de la comunidad católica en Suiza, como obispo ordinario militar de Eslovaquia. Uno más, lejano, pero nos suponemos que tramitado por la congregación de obispos y por lo tanto conocido por el Papa.

El 14 de mayo de 2025 la Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer el escudo papal del Papa León XIV, acompañado de la explicación de Don Antonio Pompili. La adopción de este escudo por parte del Santo Padre ha provocado fuertes críticas por parte del mundo heráldico –con propuestas alternativas no oficiales– en referencia a varios elementos del escudo papal y en particular también al fondo en el que destaca el emblema de la Orden de los Agustinos, que en los escudos episcopal y cardenalicio era blanco y en el papal es blanco en tonos marfil.

El sacerdote Antonio Pompili es reconocido como experto en heráldica de gran refinamiento, doctor en Teología Bíblica. La heráldica eclesiástica  es exclusivamente simbólica. Incluso frente a las reglas antiguas, si el Santo Padre utiliza este escudo de armas como autoridad suprema en la Iglesia, la introducción de la nueva regla del color blanco marfil debe considerarse legítima. En la ciencia de los escudos de armas, la plata es uno de los dos metales utilizados en los que se marca en los grabados la figura de este esmalte dejando el campo en blanco: Desde la antigüedad, el blanco equivale a la plata en heráldica.  León XIV, en sus escudos anteriores, tanto como obispo como cardenal, siempre había contenido esta regla. Ahora, con su elección a la Cátedra de Pedro, se ha introducido esta innovación: la distinción entre plata y blanco.

En este mundo es imprescindible en  el Manual de Heráldica Eclesiástica en la Iglesia Católica publicado en 2014 por la Libreria Editrice Vaticana, escrito por el cardenal Andrea Cordero di Montezemolo y don Antonio Pompili.  El escudo papal tiene una función profundamente simbólica y representativa, ya que encapsula la esencia misma del Pontífice y de su pontificado. A través de una combinación de símbolos, letras y lemas, comunica la visión espiritual del Papa, la misión que pretende perseguir y los valores que desea destacar durante su ministerio. De esta manera, su representación se convierte en un medio de expresión visual de su liderazgo y del mensaje que quiere transmitir a la comunidad.«Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo».

Buena lectura.

SPECOLA.

INFOVATICANA.

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