Para reducir sus dolorosos ataques de ciática.
Así lo afirma el periódico italiano Il Messaggero, que precisa que los médicos habrían pedido al Pontífice que siguiera una dieta con el fin de que el Santo Padre bajara entre siete y ocho kilos de peso.
Esto reduciría el riesgo de sufrir los dolorosos ataques de ciática que sufre habitualmente Francisco y que le dejan fuera de juego. De hecho, en lo poco que llevamos de año, ya le ha pasado en dos ocasiones, teniendo que anular importantes celebraciones programadas.
Además de la dieta, el Papa deberá tener someterse a sesiones de fisioterapia.
El artículo revela que el Santo Padre se ha sometido recientemente a varias pruebas médicas, cuyos resultados han descartado más problemas graves en la columna.
Esta recomendación de los médicos no es nueva. Ya en 2015 le recomendaron lo mismo, dado el aumento de peso que sufrió desde que llegara al papado en marzo de 2013. Este aumento podría achacarse a la falta de ejercicio, dado que su apretada agenda ya no le permiten pasear como acostumbraba en Buenos Aires.
Infovaticana.
