* El Papa confió al cardenal Kevin Farrell un quinto puesto clave en el Vaticano, convirtiendo al alto prelado en uno de los porporati más destacados de la Curia: ¿quién dijo que al Papa Francisco no le gustan los estadounidenses?
El 2 de junio de 2023, Francisco nombró al cardenal Kevin Farrell presidente de la Corte de Casación del Estado de la Ciudad del Vaticano. Una importante función que se suma a las que ya ostenta el alto prelado estadounidense.
Este último es, desde 2016, prefecto del Dicasterio para la Familia, los Laicos y la Vida, un organismo curial creado por el Papa Francisco al que concede una gran importancia: en este cargo, monseñor Farrell se esfuerza por remodelar una Curia que tiene que hacer más espacio para los laicos, especialmente para las mujeres.
Desde 2019, el alto prelado ocupa también el cargo de «Camarlengo»: un papel clave en el período de vacancia de la Sede Apostólica. Le corresponde a él confirmar oficialmente la muerte del Papa y organizar el cónclave. Durante este período, se encarga de administrar los bienes temporales de la Santa Sede. Con el deán del Sacro Colegio, asegura así simbólicamente la interinidad del papado.
El 29 de noviembre de 2020, el cardenal Farrell fue nombrado presidente de la Comisión de Control de Contratos Confidenciales, un discreto organismo de control financiero, compuesto por cinco miembros encargados de controlar los contratos fuera de los procedimientos normales y que, por razones de seguridad, no se hacen públicos.
Finalmente, el alto prelado estadounidense es miembro de la poderosa Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano que, en nombre del Papa, ejerce el poder sobre el estado más pequeño del mundo. Tantas funciones sobre los hombros de un solo hombre: esto no es del agrado de todos los miembros del Sacro Colegio.
En los silenciosos pasillos del palacio apostólico, hubo cierta sorpresa ante el nombramiento del alto prelado como presidente de la Corte de Casación, cargo que, desde una reciente decisión del huésped de Santa Marta, ya no corresponde de iure al prefecto del Tribunal de la Signatura Apostólica -actualmente el cardenal francés Domenico Mamberti.
Jueces sin formación jurídica…
Lo más extraño de la historia, es que monseñor Farrell no tiene formación jurídica: tiene una licenciatura en filosofía y teología obtenidas de la Gregoriana y el Angelicum. Poca cosa para pretender ejercer la función judicial suprema en el Vaticano…
Cabe señalar que los otros tres cardenales designados como jueces en la Corte de Casación, el 2 de junio pasado, carecen totalmente de formación en derecho canónico: el cardenal Matteo Zuppi tiene una licenciatura en teología; en cuanto al cardenal Augusto Paolo Lojudice, es licenciado en teología con especialidad en teología fundamental.
Finalmente, el cardenal Mauro Gambetti es ingeniero mecánico, licenciado en teología y en antropología. El lector escéptico puede buscar las noticias oficiales de estos altos prelados en el sitio web del Vaticano para verificar la autenticidad de esta información.
Cuando se piensa en los dos doctorados en teología y filosofía obtenidos por monseñor Marcel Lefebvre -como la mayoría de los obispos de su tiempo- se puede ver que el aggiornamento conciliar no elevó realmente el nivel intelectual del alto clero, todo lo contrario. Pero esto no es lo más preocupante.
Cercano a un excardenal culpable de abusos
Porque el cardenal Farrell era un colaborador cercano del excardenal Theodore McCarrick, reducido al estado laico y condenado por numerosos abusos cuando era arzobispo de Washington. El nuevo presidente de la Corte de Casación vaticana es acusado por más de un clérigo de haber
«cerrado los ojos» ante las acciones de su colega, de quien fue uno de los más estrechos colaboradores como vicario general de la arquidiócesis.
«Es muy poco probable que monseñor Farrell no supiera nada de los actos gravemente criminales de McCarrick», afirmó el cardenal Raymond Burke en una entrevista de agosto de 2018 con La Nuova Bussola Quotidiana.
Los nombramientos del 2 de junio muestran quiénes son los hombres de confianza del Papa Francisco; y sus diferentes perfiles sugieren que el pontífice argentino tiene toda la intención de mantener el control sobre los actos de los órganos ejecutivo, legislativo y judicial del Estado de la Ciudad del Vaticano.
JUEVES 15 DE JUNIO DE 2023.
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