Los hidalguenses estamos a favor de la vida
Pachuca, Hidalgo. 01 de julio de 2021
Al pueblo de Hidalgo
Al C. Gobernador Constitucional del Estado de Hidalgo
Al H. Congreso del Estado
A los fieles católicos, hombres y mujeres de buena voluntad
Queridos hermanos:
Con gran preocupación y tristeza hemos recibido la noticia de que el Congreso de nuestro estado ha votado, dividida y precipitadamente, una iniciativa que desprecia y pone en riesgo el derecho humano fundamental reconocido y avalado en todos los tratados internacionales como un derecho universal, especialmente de los más indefensos.
No hace falta recordar que, para nosotros, la vida es un regalo de Dios y que todos los católicos al igual que las personas de bien, tenemos un deber moral en la defensa de la vida humana de los inocentes, desde el momento de su concepción hasta su fin natural.
Por ello, quienes tenemos fe, sabemos que no hemos perdido nada porque nuestro compromiso ha sido siempre y seguirá estando a favor de la vida.
Consideramos que, aunque los legisladores de nuestro estado han recibido en su investidura la legítima representación de las necesidades de la ciudadanía, una alta responsabilidad ética y democrática les exige escuchar el verdadero clamor de la población que pide se atiendan necesidades más urgentes. Y una ley que legalice el aborto no es una petición de los hidalguenses.
Por desgracia, los legisladores que apresuraron y votaron dicho dictamen de ley, han caído en la trampa que otros intereses ajenos a la identidad de nuestro pueblo y nuestro estado les han colocado, y cuyo escarnio sólo afectará a quienes no quisieron o no les permitieron escuchar al pueblo hidalguense.
Nuestro amado estado y nuestros hermanos hidalguenses creen en la vida, la aprecian y la respetan; comprenden que, frente a las adversidades que tienen muchas mujeres durante su embarazo, son necesarias acciones e instituciones que las protejan, las cuiden a ellas y a la criatura en su seno. El aborto legalizado simplemente destruye una vida y afecta sensiblemente a la madre.
Ante la magnitud de esta situación derivada de la votación en el Congreso, suplicamos de la manera más respetuosa al señor gobernador del estado, medite concienzuda y profundamente sobre las implicaciones que esta decisión legislativa pudiera generar en nuestro pueblo de Hidalgo.
Una resolución de esta trascendencia, que cambia el valor de la vida de todos los hidalguenses, no puede ser legislada sin escuchar al pueblo. En sus manos está la posibilidad de escuchar a todos sus conciudadanos y ejercer su derecho al veto en una resolución que no compartimos la mayoría de los hidalguenses.
Al querido Pueblo de Dios, a los jóvenes y a los laicos: sigamos trabajando a favor de la vida, a favor del bienestar integral de la familia hidalguense y a favor de una salud materno-infantil verdaderamente plena e integral.
† Mons. Domingo Díaz Martínez
Arzobispo de Tulancingo
† Mons. José Hiraís Acosta Beltrán
Obispo de Huejutla
† Mons. Juan Pedro Juárez Meléndez
Obispo de Tula