El Tribunal Constitucional de Rumania anuló hoy viernes los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales nacionales después de que el candidato independiente Calin Georgescu lograra una victoria sorpresa el mes pasado.
En Rumania y otros países europeos se está aplicando la misma receta que se utilizó contra Donald Trump: cada vez que gana un candidato presidencial ajeno a la élite globalista, a los intereses del Eje EU-Alemania-Gran Bretaña-Francia, lo acusan de haber recibido el apoyo de Rusia, de que Rusia «intervino» en las elecciones.
La decisión se produce en medio de acusaciones de que Rusia supuestamente había ayudado a la campaña de Georgescu. Moscú las ha rechazado calificándolas de “absolutamente infundadas”.
Georgescu, un nacionalista religioso, ha criticado en múltiples ocasiones tanto a la OTAN como a la UE, y ha criticado el papel de Rumania en el conflicto entre Rusia y Ucrania. También ha prometido poner fin a toda la asistencia militar y política a Ucraniasi es elegido presidente.
En la primera vuelta de las elecciones celebradas en noviembre, Georgescu obtuvo el 22,94% de los votos, superando a la candidata liberal de izquierda Elena Lasconi, que obtuvo el 19,18%. Ambos candidatos se enfrentarán en una segunda vuelta el domingo.
Sin embargo, el viernes el tribunal constitucional del país emitió un fallo anulando “todo el proceso electoral relativo a la elección del Presidente de Rumania” y anunció que todo el proceso se reanudará en su totalidad en una fecha posterior.
Los medios rumanos informaron que los jueces del tribunal se habían reunido con carácter de urgencia para examinar un gran número de solicitudes de anulación de las elecciones. Las demandas citaban documentos de inteligencia recientemente desclasificados del Consejo Supremo de Defensa, que afirmaban que había irregularidades en el resultado de Georgescu.
Los documentos afirmaban que la candidatura de Georgescu había sido promovida indebidamente en línea por personas influyentes pagadas, junto con grupos de extrema derecha y personas con vínculos con el crimen organizado. Los documentos también sugerían que Rusia podría haber tratado de influir en las elecciones, pero no acusaban directamente a Moscú de interferencia.
BUCAREST, RUMANIA.
VIERNES 6 DE DICIEMBRE DE 2024.