Llega magna peregrinación de mujeres a los pies de la Virgen de Guadalupe

Guillermo Gazanini Espinoza
Guillermo Gazanini Espinoza

Desde el 31 de julio, miles de mujeres provenientes de diferentes regiones del Estado de Michoacán, emprendieron la tradicional peregrinación femenina a la Insigne y Nacional Basílica Guadalupe. Este 11 de agosto, cerca de 12 mil 500 peregrinas, además de acompañantes y clérigos, dieron gracias a la Virgen de Guadalupe en una hora santa y celebración eucarística presidida por el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos quien, no obstante sus limitaciones físicas, cumplió nuevamente su compromiso para presidir en la fe a los miles de michoacanos que se dieron cita a los pies de la Madre de Cristo en el Tepeyac.

Los diferentes grupos de las regiones de la arquidiócesis de Morelia dieron colorido y fiesta esta madrugada de domingo. En su homilía, el arzobispo Garfias mantuvo el contexto del 19 domingo ordinario del pan de vida como clave para la renovación de la Iglesia y perfeccionamiento de la humanidad.

Garfias Merlos acentuó además la experiencia de fe similar a la del amor  como entrega libre a la revelación de Dios en donde el ser humano, sale de su egocentrismo para abrirse totalmente a la comunicación divina, “es el encuentro que llamamos gracia”.

Al referirse a las miles de asistentes como “queridas hijas peregrinas”, el arzobispo de Morelia destacó que su caminar no está ajeno a los sacrificios y cansancio que se da en medio de los cantos y experiencias alegres “hasta llegar a este valle del Anáhuac para visitar  con un corazón colmado de gratitud y amor a María, la Santísima Virgen de Guadalupe y el culmen de esta peregrinación es la eucaristía… el pan de los hijos de Dios”.

Destacando la conjunción de alegrías y preocupaciones de cada uno de los asistentes, Garfias Merlos pidió a Dios por la gracia de tener un corazón sencillo, “la gracia de la paciencia, la gracia de luchar y trabajar por la justicia, de ser misericordiosos, de construir la paz, de sembrar la paz, de ser constructores de paz… que todo ello sea nuestro mejor tesoro”.

El prelado imploró la protección de la Virgen para curar el dolor de los pueblos y para luchar en favor del bien, “que no nos abandone en el largo, pero prometedor camino de la construcción de la paz. ¡Virgen de Guadalupe, queremos aprender de ti a acercarnos a quienes sufren! Queremos, como tú, tener entrañas de misericordia para los necesitados…” concluyó el arzobispo en su homilía.

Al término de la misa, las responsables de la peregrinación rindieron un informe ante las miles de personas y el arzobispo Carlos Garfias dando muestra de la movilización de recursos materiales y humanos desde Michoacán hasta el Tepeyac en diez días de recorrido del arzobispado de Morelia. Peregrinaron 12 mil 499 mujeres desde 10 regiones que abarca la arquidiócesis, acompañadas de 56 sacerdotes, además de recursos materiales para hacer posible el recorrido.

Al inicio de su homilía, el arzobispo lamentó la muerte de una peregrina: “Hoy quiero que podamos hacer oración y encomendar a Dios a nuestra hermana María Elena Velázquez que murió en el camino de la peregrinación. A ella, a su familia, a todos aquellos más cercanos que han sufrido el dolor de su muerte, pero con quienes confiamos  en que ella tenga su gozo en la presencia de Dios y que todos los familiares, los más cercanos, puedan experimentar el consuelo y la esperanza que nos ofrece nuestra fe”.

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