Liberales, socialdemócratas y comunistas piden adoctrinamiento LGTB en escuelas de España y no consultar a los padres de familia.

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Este Lunes de Pascua varios candidatos a la presidencia de la región de Madrid han hablado contra el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus valores y han insistido en su voluntad de impedir cualquier «veto parental» o  «pin parental«.

Las dos formaciones populistas de izquierda radical, Podemos y Más Madrid, quieren adoctrinar en ideología de género y LGTB a los niños de las escuelas públicas y también de las concertadas, en horario lectivo.

Vox es el único partido que desde hace unos años pide que sea obligatorio informar de los contenidos polémicos para que los padres puedan retirar a sus hijos de esas sesiones de adoctrinamiento ideológico (el llamado «pin parental» o «veto parental»).

¿Los verdaderos derechos humanos? ¿O la ideología de género?

La izquierda de género no quiere permitir que los padres protejan a sus hijos y llama a su adoctrinamiento ideológico «derechos humanos». Sin embargo, esta doctrina no tiene relación alguna con la verdadera Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, que en su artículo 26 proclama: «Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos«.

Mónica García, la candidata de Más Madrid, propone por carta al resto de candidatos «blindar» Madrid «frente al pin parental» de Vox.

El número 3 de la candidatura de Ciudadanos, Edmundo Bal, ha respondido: «Creo que hemos dejado bastante claro que en esta comunidad no hay pin parental justamente porque nosotros estábamos gobernando».

En un vídeo difundido en su perfil de Twitter, Mónica García explica que pide a los otros partidos «un veto al veto parental, por escrito y antes de que se abran las urnas».

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Impedir los derechos de los padres

Según García, el ‘pin parental’ pone «en peligro la salud de los estudiantes al abrir la veda a que dejen de recibir formación básica sobre enfermedades de transmisión sexual, prevención de consumo de estupefacientes, hábitos alimenticios saludables y un larguísimo etcétera», continúa la carta.

Sin embargo, son precisamente los padres los que temen que el adoctrinamiento en ideologías hedonistas y a sus espaldas («haz lo que quieras a escondidas de tu familia, tus padres no saben») es lo que puede llevar a los chavales a la droga, las enfermedades sexuales y mil heridas más ligadas a la falta de autoestima.

Para la candidata de Más Madrid «el respeto a los derechos humanos» (es decir, el adoctrinamiento en la ideología de izquierda radical y hedonista) «no es susceptible de ser debatido», por lo que la intervención de los padres es, dice ella, «un atentado al derecho a la información de los niños y las niñas».

La candidata de Más Madrid pide a otros candidatos un pacto según el cual «independientemente del resultado electoral, el veto parental no llegará a las aulas de la Comunidad de Madrid».

E insiste «los derechos de los niños y niñas, los derechos humanos, no se debaten y no son moneda de cambio»… olvidándose de que los verdaderos derechos humanos incluyen, como dice la Declaración de 1948, que «los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos».

Pablo Iglesias declara «ilegal» objetar a la ideología de género

El mismo lunes el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, acudió a un colegio público de Getafe a hablar con una asociación de padres y proclamar que es «ilegal hacer objeción de conciencia a la democracia, a la tolerancia y a la diversidad sexual». Es decir, declara ilegal criticar u oponerse a la ideología de género.

Sin embargo, Pablo Iglesias parece desconocer que hay jurisprudencia a favor de los padres: el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) reconoció un fuerte derecho a la objeción de conciencia de los padres, no ya contra cursos externos de gente externa al colegio  sino incluso respecto a las materias curriculares que se pretenden impartir a los hijos. Así, el TEDH se pronunció a favor de esta objeción de conciencia en las Sentencias Folgerø contra Noruega, de 29 de junio de 2007 y Zengin contra Turquía, de 9 de octubre de 2007, como recuerda el colectivo Qveremos.

Pablo Iglesias ha concretado además este lunes que quiere imponer su paquete de adoctrinamiento de género no sólo en los niños de las escuelas públicas sino también en las concertadas, llamándola «educación afectivo-sexual, contra las violencias machistas y la educación en la diversidad sexual».

También ha defendido la aplicación inmediata de la llamada ‘ley Celaá’ para quitar la financiación a las escuelas que separan a chicos y chicas en aulas diferenciadas.

En la Comunidad de Madrid hay aproximadamente 1,2 millones de alumnos, de los que unos 650.000 (un 54%) van a centros públicos y unos 360.000 (un 30%) a centros concertados, la mayor parte de ellos de ideario cristiano. Un 15% de alumnos van a centros privados no concertados (y, por lo tanto, bastante caros).

En diciembre de 2016 periodistas de ReL y el sacerdote y periodista Julián Lozano acudieron a una charla de transexualidad en un colegio público de la región de Madrid y descubrieron y grabaron cómo se estaba adoctrinando a los niños de 10 y 11 años en una ideología anticientífica, como recoge el vídeo («la ciencia no puede saber si soy hombre o mujer»). 

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