Ante la realidad desbordante de la pandemia, el tema de la Educación se ha convertido en un gran reto para los directivos de los Colegios, como para las familias en general, porque las clases impartidas en la modalidad virtual, a distancia no dejan de ser algo tan novedoso como complicado por el hecho de que aún en este tiempo llamado “De las nuevas tecnologías”, pensar en este tipo de oferta educativa a distancia para educación básica y media resulta un compromiso enorme para todos los actores de este tan preciado sector.
En México enfrentamos hoy una realidad compleja en este ámbito tan importante y la propuesta a distancia hecha para los estudiantes será todo un desafío por todo lo que implica este programa. Será importante hacer conciencia hoy de lo que es la Educación y no perder el rumbo de lo que se pretende lograr.
En esta Edición de nuestro Semanario te presentamos una propuesta educativa de los Colegios particulares arquidiocesanos, entre los cuales se encuentran los Colegios parroquiales al servicio de la sociedad. Directivos y profesores se han esmerado en este momento tan singular y nos ofrecen la educación a distancia, siempre cuidando que la enseñanza sea atractiva y el alumno logre adquirir los conocimientos que a este ciclo escolar corresponden, garantizando eficazmente la formación humana y cristiana de los alumnos a su cargo en este sector tan fascinante.
El texto de la Conferencia del Episcopado Mexicano “Educar para una Nueva Sociedad, reflexiones y orientaciones para a educación en México”, resulta una guía eficaz para los retos que en este momento concreto nos presenta nuestra realidad social.
Para iluminar esta realidad, los obispos han dejado un apartado para abordar el tema fundamental de los principales protagonistas de la Educación:
1. La propia persona:
En el corazón de la educación está cada persona que está dispuesta al encuentro y a la apertura, que le llevará a recibir los primeros impulsos de su educación con los signos de amor y respeto de sus padres y el entrono donde crece, posibilitando con ello que cada uno tome en sus manos la responsabilidad de su propio desarrollo y participe en la historia que comparte con los demás.
2. La familia “patrimonio de la humanidad”
Es la base más importante para la educación. En ella la vida humana nace y se acoge generosa y responsablemente. Se trata de la primera escuela de la vida donde se aprenden las virtudes personales y sociales y desde donde se orienta la persona hacia el respeto a los demás, el amor a la propia vida y a Dios. La familia es insustituible para la educación de los hijos.
3. Las instituciones educativas:
Deben estar orientadas a humanizar y personalizar, desarrollando plenamente el pensamiento, la vida afectiva y en general todas las capacidades de la persona. Su misión es cultivar con asiduo cuidado las facultades intelectuales y afectivas, desarrollar la capacidad del recto juicio, introducir en el patrimonio de la cultura conquistado por las generaciones pasadas, promover el sentido de los valores, y preparar a la vida profesional. Finalmente, fomentan la socialización entre todos los integrantes, contribuyendo a la mutua comprensión y colaboración.
4. La sociedad:
Si bien los primeros pasos de la educación de los hijos dependen fundamentalmente de las decisiones de los padres, el proceso educativo es tan complejo que requiere del auxilio y apoyo decidido de toda la sociedad en su conjunto para alcanzar su finalidad; es aquí donde se encuentran, de manera subsidiaria, todas las estructuras e instituciones que impulsarán las diferentes etapas de la educación, siempre en concordancia con el deber de los padres y el derecho que tienen a una orientación de la misma.
5. El maestro:
Una de la figuras más importantes en el proceso educativo es la del maestro, que no solo comunica una serie de datos fríos e impersonales del conocimiento humano, sino que orienta hacia la verdad con su vida y enseñanza. El verdadero maestro es signo de la riqueza de los valores perennes que se nos comunican por vía de nuestra cultura, tiene la autoridad de la experiencia y de la ciencia que lo constituyen en apoyo para la novedad y desarrollo del futuro de cada persona y de cada sociedad.
6. Los medios de comunicación:
una de las influencias más fuertes en las tendencias culturales y en la formación de pautas de comportamiento de los jóvenes y en general de las sociedades de nuestro tiempo, proviene de los medios de comunicación, que han llegado a convertirse en instrumentos para ofrecer ciencia, diversión, arte y verdad. .
7. La Iglesia:
Fiel a la misión que Cristo le confió, tiene como tarea propia anunciar el evangelio y enseñar la verdad acerca de Dios y acerca del hombre. Lo hace a través de todos los medios a su alcance: la catequesis, la liturgia, la parroquia, los medios de comunicación, la escuela. No es casual que la gran institución para la enseñanza, la investigación y el conocimiento de la verdad como es la universidad haya surgido desde la Iglesia misma como una de las muchas instituciones al servicio de la humanidad.
8. El Estado, y el gobierno:
Que de el deriva: debe prestar un servicio a todos y no sólo a algunos, incluyendo las distintas personas y comunidades religiosas que participan en la vida social. El Estado debe reconocer el aporte que las religiones realizan al desarrollo de la nación desde el punto de vista de la dignidad de la persona humana y el bien común. Esto tiene una implicación directa en el tema de la legítima libertad educativa y en el reconocimiento de la libertad religiosa.
Con información de Gaudium/Editorial
