El 29 de octubre de 1992 (¡hace 32 años! Mucho antes de Fiducia supplicans ), el prof. Plinio Corrêa de Oliveira concedió una entrevista a la televisión brasileña SBT sobre el problema de las llamadas «uniones homosexuales», entonces en discusión en el Congreso. A continuación se presentan algunos extractos de estas palabras proféticas.
Luigi Casilini.
SBT: ¿Cuál es su opinión sobre el aumento de la homosexualidad en la sociedad? ¿Cree que el fenómeno perjudica la integridad de la familia?
Plinio Corrêa de Oliveira: Las consecuencias de la homosexualidad en la familia son devastadoras. Estériles por definición, las relaciones homosexuales son destructivas de la familia, son la antítesis de la familia, son el principal enemigo de la familia.
Creo que, en sí misma, la esterilidad a veces puede que no sea culpa de los cónyuges; es decir, puede resultar de condiciones físicas de las cuales los cónyuges no son en absoluto responsables. Pero incluso si uno de los cónyuges decidiera conscientemente evitar la fecundación, entonces estaríamos en presencia de un asalto a la familia. Puedes entonces deducir lo que piensas sobre las relaciones homosexuales, que son estériles por definición.
Según el orden natural, el acto sexual está orientado a la fertilidad y por tanto a la multiplicación de la especie. El precepto de Dios al inicio de la creación era claro: “Prolificad, multiplicaos y llenad la tierra”. Las relaciones sexuales, que sólo son legítimas dentro del matrimonio, deben ser fructíferas. Al no haber matrimonio ni fecundidad en las uniones homosexuales, éstas son, en consecuencia, totalmente contrarias al orden natural y, por tanto, a la familia.
SBT: ¿Qué opina sobre la exhibición de la homosexualidad en la televisión y el cine? ¿Cree que tiene un impacto negativo en la educación de los niños?
Plinio Corrêa de Oliveira: Durante muchos siglos la homosexualidad ha sido vista con aversión. Esto no fue fruto de un capricho ni de una moda. De hecho, resultó de los mismos principios del orden natural que acabo de explicar, posteriormente aceptados en la doctrina de la Iglesia Católica.
En tiempos en que la Fe impregnaba profundamente toda la vida social, y por tanto también la vida familiar, con la dulzura y el esplendor de sus principios, la gente naturalmente rechazaba lo que era contrario a la Fe, incluida la homosexualidad.
Para medir la profundidad de este rechazo, hay que tener en cuenta que, según la doctrina católica, la práctica homosexual se encuentra entre los pocos pecados que «gritan venganza ante Dios». El otro día, mientras ordenaba documentos viejos en mi casa, me encontré con el Catecismo que usaba cuando era niño. Hojeándolo encontré la lista de pecados que «gritan venganza ante Dios». Había homosexualidad junto con el asesinato. En otras palabras, la homosexualidad debería provocar un rechazo similar al que provoca el asesinato.
Este rechazo es también una reacción normal de la sociedad frente a lo que percibe como una amenaza. Todo ser vivo rechaza aquello que lo destruye. En un movimiento comparable al instinto de autoconservación, las sociedades humanas formadas según los principios católicos son profunda y manifiestamente antihomosexuales.
Desafortunadamente, debido a la creciente paganización de costumbres e ideas durante el siglo XX, la influencia de la Fe ha ido perdiendo gradualmente gran parte de su vigor y significado. Como resultado, también ha disminuido el rechazo a la homosexualidad.
Hace veinte, treinta años, esta exhibición de homosexualidad en la televisión y en el cine habría provocado una ola de indignación. De hecho, ni siquiera lo habrían permitido.
Como brasileño no puedo evitar deplorar la creciente aceptación de esta costumbre profundamente antisocial.
SBT: ¿Cree que la expansión de la homosexualidad perjudica el crecimiento demográfico que considera tan importante para nuestro país?
Plinio Corrêa de Oliveira:
¿Cómo podría pensar diferente? Las uniones homosexuales carecen de la fecundidad del matrimonio legítimo.
La homosexualidad aleja a las personas de relaciones normales y fructíferas.
SBT: ¿Cree usted que la homosexualidad influye negativamente en la educación de los niños?
Plinio Corrêa de Oliveira:
La homosexualidad va muchas veces de la mano de la pedofilia, es decir, las relaciones sexuales entre adultos y niños. La pedofilia es una plaga y es comprensible que esté universalmente prohibida.
SBT: ¿Los TFP aceptan miembros homosexuales?
Plinio Corrêa de Oliveira:
No, porque las TFP son asociaciones de inspiración católica. Las TFP no son asociaciones católicas en el sentido canónico. No fueron fundados por la jerarquía, sino por laicos. Según el Derecho Canónico, las TFP son asociaciones privadas, aunque evidentemente de inspiración católica, apostólica y romana hasta en los más mínimos detalles.
Por todo lo que he dicho sobre la doctrina moral católica respecto a la homosexualidad, comprenderéis que si aceptáramos a personas que practican un acto tan contrario a la moral, nuestra libertad religiosa sería gravemente vulnerada.
SBT: ¿Cree que los homosexuales son más aceptados por la sociedad actual?
Plinio Corrêa de Oliveira:
No es un juego de palabras, pero creo que son menos rechazados.
SBT: ¿Y esto es peligroso?
Plinio Corrêa de Oliveira:
Sí, ya que representa la desaparición de la censura social de una costumbre contraria al orden natural.
SBT: ¿Qué opina de la unión sexual entre un hombre y una mujer estériles? ¿Sería siquiera condenable?
Plinio Corrêa de Oliveira:
No necesariamente. Sería condenable que la pareja hiciera algo para dejarla estéril. Por ejemplo, una operación quirúrgica que imposibilitaría a la mujer concebir. Es reprochable porque provoca artificialmente la esterilidad del acto.
El caso es totalmente diferente cuando no se induce la esterilidad. Si una pareja descubre que sus relaciones no están produciendo frutos, no hay violación de la ley natural porque no se ha impedido conscientemente la fecundidad. Los cónyuges practican un acto fructífero en sí mismo, que sólo se vuelve estéril por circunstancias naturales que escapan a su control. Por tanto, tienen todo el derecho a continuar sus relaciones, a pesar de su esterilidad.
Repito, lo que es inaceptable es la inducción artificial de la esterilidad.
SBT: Si tuviera que aconsejar a un chico homosexual, que practica la homosexualidad, ¿qué le dirías?
Plinio Corrêa de Oliveira:
Hay que distinguir entre un niño con tendencias homosexuales pero que se resiste y por eso logra controlarse, y un niño que en cambio cede y practica la homosexualidad.
Al primero le diría que lo respeto y lo admiro, que pido a Dios que siga ayudándolo a mantenerse puro, evitando cualquier práctica sexual reprobable. También le aconsejaría que se casara. Si puede mantener esta línea, no tengo más que elogios para él.
Al segundo le diría que lo veo como una criatura de Dios, y que quiero su bien, incluida su salvación. Debo tratarlo con dignidad y respeto.
Le diría:
Amigo mío, comprendo que para una persona que ahora ha abandonado la práctica de la pureza y se ha dejado arrastrar a estos pecados, le resulta difícil y, por tanto, heroico cambiar. Pero la experiencia demuestra que es posible salir de allí tomando ciertas medidas.
Aléjate de personas y ambientes que te empujan a pecar. Trata de evitar mirar o pensar en estos actos pecaminosos. Si lo consigues, habrás ganado una brillante batalla, digna de todos los aplausos. Te imploro que empieces a luchar de inmediato.
Sin embargo, si eliges no emprender este gran y noble esfuerzo, si eliges continuar disfrutando de los placeres ilegítimos de tus tendencias desordenadas, entonces sólo puedo lamentarlo y continuar orando a Dios para que tenga misericordia de ti, esperando que un día Él te tocará con gracia y te liberará del pecado.
LUIGI CASALINI.
LUNES 9 DE SEPTIEMBRE DE 2024.
MIL.
[Tradizione Famiglia Property, Roma].
