Domingo 12 de mayo. Día D. Las elecciones catalanas decidirán el próximo futuro de España. El político, el económico y el financiero. Veamos. Hay quien dice que Puigdemont no para de subir en las encuestas que le colocan por encima de ERC, pero de momento por debajo del PSC. ¿Y si hace el ‘performance’ de entrar en España antes de las elecciones y tensar la cuerda judicial?
En todo caso Alejandro Fernández tiene claro que Illa no será presidente de la Generalitat. No porque no gane las elecciones, sino porque es el “mayordomo” de Sánchez que le pedirá quemarse en la hoguera por aquello de la gobernabilidad del país…
Aún así quedan muchas incógnitas. Si Puigdemont ganara -difícil pero posible- ¿se atreverá venir a España a la investidura?, ¿le detendrán igualmente?, ¿qué hará el gobierno? Y si no gana pero exige la presidencia, ¿nos encontramos ante el mismo escebnario? Y más: ¿qué actitud tomará ERC ante el cambio de pareja de Sánchez?, ¿romperán la baraja ante el ataque de cuernos? Sánchez sigue jugando con fuego en un juego de equilibrios permanentenmente inestables.
Por cierto, curioso el giro argumental del PP en campaña. De ser el garante del españolismo en Cataluña a denunciar la desnaturalización y la inseguridad como consecuencia de la inmigración. El mismo argumentario que Vox con quien pelean el sorpasso. Dice Feijóo que unir el voto lo multiplica. ¿Unir en quién?
Pero vayamos al tema financiero. Resulta que el gobierno apoyaba la operación del BBVA sobre Sabadell hasta que la maldijo y advirtió tener la última palabra. ¿Por qué eses cambio? Muy fácil: Desde ERC y Junts advierten que perder el Sabadell es quedarse sin financiación. Inaceptable. Y el gobierno, preso del chantaje sistémico de los ‘separatas’ cambia el guión. Que es mucho cambiar porque la operación del BBVA pretendía crear un gran banco cuasi nacionalizado, a lo Telefónica, con un consejero dentro marcando la agenda. O sea, mandar. Y renuncia para garantizar la paz en las catalanas. ¡Toma secuestro!
Y luego está el asunto de la amnistía. El Supremo presentará la prejudicial ante Luxemburgo y la petición de suspensión cautelar. La Ley no se aplicará. Sánchez podrá argumentar que respeta la independencia judicial. Pero Puigdemont y los Sumar se abonarán al ‘lawfare’. Todo ello, garantía del punto y final del ‘showman’ de Sánchez, en palabras de Weber. Casilla de inicio y reparto de cartas. Ya sólo queda que en el PP sepan leer adecuadamente el escenario y actúen sin titubeos. ¿Demasiado?
El anzuelo del pescador
Prejubilación judicial. El gobierno tiene en cartera un proyecto para adelantar la edad de jubilación judicial de los 70 a los 65 años. De esta manera retirarían de la carrera a muchos magistrados de gran experiencia para pretender nombrar a jueces más moldeables y/o afines. ¿Lo permitirá Bruselas?
Maria Corina. Manifestación masiva en Caracas en defensa de María Corina, candidata opositora vetada por el régimen de Maduro. Es verdad que los tiranos obvian las manifestaciones populares; pero el anhelo del pueblo ha quedado claro: “¡Libertad!”
Sabadell busca un caballero blanco. Josep Oliu ha encargado a JP Morgan y a Morgan Stanley que busquen alternativas al BBVA fuera de España. Exactamente lo que no quiere Banco de España: abrir la puerta grande a un operador extranjero en un sector tan estratégico como el financiero. Brillante movimiento.