Me dediqué un buen rato a escuchar el informe con detenimiento y a leer el documento con sus anexos, y la verdad tengo dos conclusiones básicas. La primera es que lo mejor del discurso solo duró 45 minutos, y la segunda, que hay dos opciones, o el Presidente sufre de un optimismo desbordado o sufre de un pleno desconocimiento del Gobierno, incluso tal vez peor, es una combinación de ambas.
Lo dicho ayer por el Presidente es un resumen de lo dicho en sus mañaneras, un discurso con gran impacto mediático, perfectamente dirigido a sus seguidores pero tristemente evasivo de la realidad.
En lo único que puedo estar de acuerdo y reconocerlo es que el nombramiento en el CONAPRED de una indígena es una buena opción, siempre y cuando la misma se encuentre preparada para la administración pública.
En general lo más llamativo del discurso de ayer es la capacidad de colgarse medallas que no son del Gobierno Federal. La más grave es tal vez el tema de las remesas, presumir como un logro que las remesas están rompiendo record históricos, este año no tiene en lo absoluto que ver con el Gobierno. Por el contrario, habla de la solidaridad de los paisanos en el extranjero para con las necesidades de sus familias en México. Y el que haya recursos de las remesas beneficia el consumo, no al Gobierno. Consumo que por cierto ha caído tanto que el cobro de IVA en Julio cayó 20%.
A ese logro, que no es logro, se suma la gran inversión en la Guardia Nacional y se dice que la mayoría de los delitos se han reducido. Solo hay un problema, ninguno de los delitos que han bajado son federales ni son gracias a la Guardia Nacional, así que en todo caso sería un logro de los Gobernadores.
Insiste el Presidente en que mantendrá bajos los combustibles, que alguien le avise que presumió cuando estaba la gasolina a 12 pesos que bajó por la pandemia, que ahora anda en 20 pesos. Entonces ¿qué pasó?, pues ¿no que él la controlaba?
Ahora el colmo del desconocimiento absoluto de la administración pública y una vil mentira es decir que el Gobierno se ahorró 560 mil millones de pesos. Señor Presidente entienda que usted es un administrador de recursos. Por un lado usted obtiene ingresos por diversas vías que se establecen en la Ley de Ingresos y éstos a su vez, se calculan para saber cuántos aproximadamente se tendrán, y con ese cálculo su Secretario de Hacienda elabora un presupuesto que le aprueba o modifica la Cámara de Diputados. Cuando el gasto presupuestado no se ejecuta, NO ES UN AHORRO, es un subejercicio. Como el que tiene por ejemplo en SCT donde solo ha gastado el 30% de lo que debería gastar. Ah, y si no ingresó el dinero y esa es la razón por la que no gastó, entonces hay un déficit. Pero en ninguno de ambos casos, hay ahorro.
Luego, preocupa que el Presidente ya no recuerda ni los datos que él mismo ha dado este año, hace menos de 90 días señalaba que este año por sus magnas obras y programas se generarían 2 millones de empleos. Y ayer dijo que solo serán 150 mil. Será acaso que ya se dio cuenta que el optimismo desbordado siempre topa con la pared de la realidad.
En general y como siempre, escuchamos palabras huecas, sin sustento, pero eso sí, con un gran sentimiento de optimismo y credibilidad.
Calificar de arrogantes al titular de un poder del estado y al titular de un órgano autónomo solo termina de demostrar, la soberbia que caracteriza a nuestro Presidente.
En fin, difícilmente se lograrán los cambios prometidos si se vive en un mundo paralelo.
Hagamos todos lo que podamos, porque de lo contrario, la recuperación tomará varias generaciones.
Ah y por cierto, en algo si tiene razón el Presidente:
