El recién inaugurado presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el lunes una serie de órdenes ejecutivas relacionadas con la inmigración y el refuerzo de las fronteras del sur del país.
El presidente estadounidense ha prometido reiteradamente implementar una ofensiva rápida y dura contra la inmigración ilegal una vez que asuma el cargo.
“Como comandante en jefe, no tengo mayor responsabilidad que defender a nuestro país de amenazas e invasiones, y eso es exactamente lo que voy a hacer”, afirmó Trump durante su discurso inaugural.
La serie de acciones ejecutivas incorpora varias medidas para aumentar la seguridad, incluida la declaración de una emergencia nacional en la frontera sur, la designación de los cárteles de la droga como organizaciones terroristas extranjeras y el fin de la ciudadanía automática por derecho de nacimiento para los niños nacidos de padres que no son ciudadanos ni residentes permanentes legales.
La soberanía de Estados Unidos está bajo ataque. Nuestra frontera sur está invadida por cárteles, bandas criminales, terroristas conocidos, traficantes de personas, contrabandistas, hombres en edad militar no investigados provenientes de adversarios extranjeros y narcóticos ilícitos que dañan a los estadounidenses”, se lee en la orden que declara el estado de emergencia.
La “invasión” de Estados Unidos ha causado “caos y sufrimiento generalizados” durante el mandato de Joe Biden, mientras que “bandas criminales y cárteles extranjeros han comenzado a tomar el control de partes de las ciudades, atacando a nuestros ciudadanos más vulnerables”, afirmó Trump.
La orden de emergencia nacional autoriza al ejército estadounidense a elaborar un plan para enviar tropas a reforzar la frontera sur. El Pentágono respondió en un comunicado que estaba “plenamente comprometido a cumplir las órdenes de nuestro comandante en jefe, y lo está haciendo de inmediato bajo su liderazgo”.
La designación de los cárteles de la droga, así como de la pandilla salvadoreña MS-13 y la pandilla venezolana Tren de Aragua como organizaciones terroristas extranjeras, permite al gobierno federal procesar a cualquier persona sospechosa de apoyar a los grupos. Aparte de eso, la orden sienta las bases para invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, de la era federalista, una idea que Trump ya había lanzado antes, y deportar a cualquier persona designada como terrorista.
La orden que elimina la ciudadanía por nacimiento, que entrará en vigor en 30 días, enfrenta una tormenta de críticas y acciones legales. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) y otros grupos de derechos humanos presentaron rápidamente una demanda en un tribunal federal de New Hampshire, en la que consideran que la medida es inconstitucional y viola directamente la 14ª Enmienda.
“Negar la ciudadanía a los niños nacidos en Estados Unidos no sólo es inconstitucional, sino que también es un repudio imprudente y despiadado de los valores estadounidenses”, dijo el director ejecutivo de la ACLU, Anthony Romero.
WASHINGTON, DC.
MARTES 21 DE ENERO DE 2025.
