La fe en Cristo es alegría y amor por la vida. Ser creyente es, ante todo y sobre todo, una vivencia única del amor de Dios en nuestra existencia; Él nos busca siempre en nuestras circunstancias propias de cada día. Dios no es extraño pues se hace presente para que podamos experimentarlo cercano a través de todas las situaciones que nos toca vivir. Él hace historia con cada uno de nosotros cuando lo aceptamos en la fe; ésta es una invitación para que no sólo conozcamos al verdadero Dios, sino también para experimentar y sentir su presencia en nuestra vida personal y comunitaria. La fe nos ofrece la posibilidad de poder recibir y vivir verdaderamente el don que Jesucristo nos ofrece de parte de su Padre.
La experiencia de la presencia y cercanía de Dios nos lleva también a compartir el don divino y nuestra propia vida con los demás. La verdadera vivencia del Dios de Jesucristo nos lleva al encuentro con los más necesitados de la vida divina. La práctica de la caridad brota de una existencia humana centrada en una experiencia del amor del Padre. San Bernardo de Claraval nos recuerda la semejanza del cristiano con Dios: “Sólo podemos conocer a Dios si empezamos a parecernos a Él. Y sólo comenzaremos a parecernos a Dios, si empezamos a practicar la caridad”. El bautizado que vive la caridad con sus prójimos se convierte en un signo creíble de la vida cristiana.
La condición para que la existencia de la vida cristiana se mantenga como un signo creíble en los nuevos tiempos será la práctica de la caridad en todos los ambientes. Los cristianos contamos con la gracia de Dios para compartir nuestra vida y bienes con los que están cerca de nosotros. El camino a seguir para evangelizar y madurar la fe de los cristianos será la práctica constante de la caridad. Esta es la razón de la frase de San Bernardo de Claraval: “Nuestro progreso no está en presumir de haber llegado a algo, sino en el dirigirse continuamente a la meta”. Cristo nos da la vida para vivir la caridad con los demás ante las dificultades y problemas que siguen presentes hoy en México y Veracruz.
Pbro. Juan Beristain de los Santos