El síndrome de tortuosidad arterial es un trastorno genético causado por mutaciones en el gen CSLC2A10. Es un trastorno del tejido conectivo, autosómico recesivo y poco frecuente caracterizado por tortuosidad y elongación de las arterias de mediano y gran tamaño; esto es en términos de la medicina, ahora, en términos de la vida cotidiana, quien camina honradamente camina seguro y el que sigue caminos tortuosos pronto será descubierto. Así como hay caminos malos llenos de amargura que separan de Dios y conducen al infierno, así también hay caminos buenos que separan de los vicios y llevan a Dios y a la vida eterna.
Los caminos tortuosos son senderos retorcidos que el hombre sigue, como aquel que va en las montañas, cuando va escalando sobre un lugar y no sabe por dónde seguir, entonces da vueltas y vueltas, rodeos, cambios de dirección abundantes, así es en la vida, se toman caminos poco claro y seguros. De este modo puede ser el camino de la vida cuando no sabes hacia dónde ir, sin objetivos o metas por alcanzar. La tortuosidad en la vida se da cuando las perspectivas son brillantes, pero los procesos para alcanzarlas se desenvuelven en un camino sin éxito, largo, sin buscar los lugares y personas más adecuados para llegar; entonces la vida sigue su curso sin que el futuro sea brillante. Para ser francos, tenemos que encontrar un camino, no obstante, el camino hacia la paz es lento, estrecho y largo, pero hay que reconocer que puede ser un sendero tortuoso y pedregoso. ¡Evidentemente se aclarará la senda!
En efecto, existen personas que hablan, pero ocultan maliciosamente sus pensamientos pocos sanos, manifiestan pensamientos tortuosos de distintos modos; se desvían respecto de la línea recta o del tema que se está abordando, te “dan el avión” o se evaden respecto de lo que se está tratando. Cuando se es poco claro y se ocultan las intenciones se convierte uno en una persona tortuosa.
El hombre recto es el que hace lo justo, se conduce sin dobles, debe incesantemente progresar, dejándose invadir por la luz de Dios. Es capaz de renovarse con la esperanza de verse libre de la tortuosidad en la vida y de la corrupción, revalorizando la esperanza de ser transfigurado en un ser que trascienda. Tal proceder supone un corazón pacífico, liberado de la tortuosidad que brota de un yo demasiado grande y sin luz. La misma luz que brota de la gracia nos permite mantener una seguridad interior. En paz me acuesto y en seguida me duermo porque no tengo pensamientos tortuosos que me hagan dar vuelta de un lado a otro en mis aposentos, estoy tranquilo y en paz.
La alegría y el sentido del humor son los amigos que me acompañan en este camino estrecho que ¡me aprieta por todas partes! Si hago esto, la vida es para mí, si no lo hago, no escaparé de la malicia, pero es mejor para mí liberarme de la tortuosidad de la vida que caer en ella, prefiero morir inocente en manos de mis agresores, calumniadores tortuosos y chismosos que aparentar la lucidez cuando en realidad no la tienen. Sé que no es justo hacer lo que los demás hacen para sacar provecho, yo elijo la libertad de ser transparente ante los demás, de este modo manifestaré en mis actos un reflejo de la luz que es Cristo.
