* La declaración «Fiducia supplicans» se basa en premisas erróneas, tanto a nivel natural como sobrenatural.
La teología usa la filosofía y esto también sucede cuando la teología incurre en alguna ambigüedad o error al no usar la razón como debería. También la Declaración Fiducia suplicans
El concepto de “pareja” tiene un alto significado religioso
- Una pareja no es la simple combinación de dos individuos cualesquiera
- La pareja requiere complementariedad entre las dos partes, por lo que sólo es posible entre hombre y mujer .
- En otros casos la palabra pareja se utiliza en sentido analógico, como entre dos amigos, o en sentido equívoco.
- La complementariedad, es decir, el encuentro entre dos diferencias personales para completarse mutuamente, expresa el carácter natural de la pareja, su ser «según la naturaleza».
*nSi falta complementariedad, como en el caso de dos personas del mismo sexo, se pierde la dimensión natural, por tanto la indisponibilidad y la vocación, es decir, vivir según una regla que no es la propia sino la de la pareja. En este caso no hay pareja, sino yuxtaposición instrumental y violencia mutua.
Usamos argumentos únicamente de razón y avanzamos en un nivel simplemente natural .
El plan sobrenatural de la gracia nunca niega la verdad natural de las cosas, más bien la perfecciona. Cuando lo negara, se volvería poco confiable porque enfrentaría a Dios el creador y a Dios el redentor. Esto debe aplicarse también a los sacramentales en general y a las bendiciones en particular. Ahora bien, ¿qué le dice a este respecto la razón natural al Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe?:
- Le dice que la pareja a quien la Declaración dice que se debe dar la bendición no existe, no es una pareja real, sino que es sólo un agregado sociológico inventado y el resultado de deseos rebeldes.
- Le dice que son dos individuos que no se complementan y que al estar juntos se explotan e incluso cometen violencia.
- Quien da la bendición ve a ambos delante de sí, ve a dos, pero no ve a la pareja, no ve su unidad que, si deriva de intereses irregulares, no constituye unidad alguna.
Aquí reside el gran error natural, más que sobrenatural , de la bendición de una pareja homosexual. Se trata como pareja mientras no lo sea. Nadie puede hacer que suceda algo que no es, pero el sacerdote que tuviera que bendecir a una pareja homosexual pretendería hacer que suceda algo que no es, con el absurdo de contradecir, al tiempo que bendice, la creación y el orden finalista que contiene.
Es incoherente hasta el ridículo sostener que, sin embargo, no se trata de una cuestión de matrimonio. La pareja en el verdadero sentido de la palabra existe, al menos en principio, incluso en el matrimonio natural, por lo que cuando el sacerdote, en la bendición, trata a una pareja que no existe como pareja, es como si la estuviera transformando de una pareja-que-no-hay en una pareja-que-hay, por tanto, en el matrimonio (natural).
Por lo tanto, es necesario oponerse a la Declaración Fiducia supplicans también en el plano de la razón natural.
Miércoles 20 de diciembre de 2023.
Ciudad del Vaticano.
lanuovabq.
