La podredumbre social es una elección.
¿Tiene sentido que las ciudades y los estados decidan qué extranjeros ilegales pueden permanecer en el país?
No.
¿Se debería permitir que las ciudades y los estados infrinjan la ley federal de inmigración o cualquier otra ley federal con la que no estén de acuerdo?
No.
¿Las ciudades y estados que tienen políticas de santuario para extranjeros ilegales albergan y permiten la anarquía?
Sí.
¿Estarían hoy vivas Kate Steinle y Laken Riley si no existieran las políticas de ciudad santuario para los inmigrantes ilegales?
Sí.
Los opositores a la inmigración ilegal se manifiestan frente a la Casa Blanca el 3 de diciembre de 2017. La manifestación se llevó a cabo en respuesta a la absolución esa semana de un extranjero ilegal mexicano en la muerte a tiros de Kate Steinle en 2015 en San Francisco. (Foto: Chip Somodevilla/Getty Images)
¿Tenemos cientos de miles de víctimas de delitos en todo Estados Unidos porque no aplicamos plenamente la ley federal de inmigración?
Sí.
Parece que el presidente Joe Biden está menos molesto por el asesinato sin sentido de Laken Riley, un estudiante de enfermería de Georgia de 22 años, presuntamente a manos de un extranjero ilegal, que porque se refiera correctamente al sospechoso como ilegal. (Foto: cuenta de Facebook de Riley)
Es hora de volver a hacer común el sentido común.
La podredumbre social es una elección.
Mañana: hacer la vista gorda ante el hurto en las tiendas.
Por CHARLES STIMSON.
Charles «Cully» Stimson es subdirector del Centro Edwin Meese III de Estudios Jurídicos y Judiciales, director del Programa de Ley de Seguridad Nacional, investigador jurídico principal y asesor principal del presidente en The Heritage Foundation.
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