Padre Attalla: Otros 400 niños recibirán el sacramento en las próximas semanas. El signo de una comunidad viva. La visita del Papa Francisco sigue «en los ojos y en el corazón» de la gente. Los niños cantan las canciones que aprendieron para la visita del pontífice, «y se ríen».
Es una verdadera fiesta para esta comunidad que, hace poco menos de dos meses, conoció al Papa Francisco y que en los últimos días se ha reunido en la iglesia de San Juan Bautista para celebrar las primeras comuniones de 121 niños de la ciudad (en las fotos). Para los cristianos de Qaraqosh, el centro más importante de la llanura de Nínive, en el norte de Irak, esto también representa un momento de paso tras los oscuros años de violencia yihadista del Estado Islámico (EI, antes Isis) que supo imponer su dominio con violencia y terror.
El pbro. Majeed Attalla, párroco de la catedral sirio-católica de la Inmaculada Concepción de Qaraqosh, celebró las comuniones. En diálogo con AsiaNews, confirma el clima de fiesta y participación que caracterizó las celebraciones. «En las primeras comuniones participaron los hijos de dos iglesias, pero hay otras siete. Esta es la primera parte, con 121 niños, pero hay otros 400 esperando (recibir el sacramento) en las próximas semanas. Gracias a Dios tenemos muchos niños y esto es una fuente de alegría, porque dan fuerza y esperanza para continuar, representan el futuro».
Los niños y niñas que recibirán la Primera Comunión «se prepararon con un espíritu de gran participación. El Covid-19 bloqueó el mundo, pero afortunadamente no interrumpió la vida de la comunidad. Estamos contentos de haber visto a niños llenos de alegría, que todavía tienen en sus ojos y en sus corazones la visita del Papa Francisco, una fuente de ánimo para todos nosotros. De vez en cuando cantan canciones para el Papa y se ríen».
El campanario de la iglesia de San Juan Bautista fue destruido por los milicianos del Daesh (acrónimo árabe del IS), pero la comunidad local quiso reconstruirlo para dar testimonio de que la fe es más fuerte que la muerte y la destrucción. Qaraqosh es el centro cristiano más importante de la llanura de Nínive: allí, el 90% de la población -50.000 habitantes- profesa la fe en Jesús.
Bajo la ocupación yihadista, entre 2014 y 2016, la catedral católica siria de la Inmaculada Concepción fue utilizada como predio para la práctica de tiro. En el lugar aún pueden verse una alfombra de casquillos en el suelo y agujeros de bala en las paredes y columnas. Durante la visita, el Papa había instado a la comunidad local a reconstruir, porque «incluso en medio de la devastación del terrorismo y la guerra podemos ver, con los ojos de la fe, el triunfo de la vida sobre la muerte». «Ahora es el momento de reconstruir y empezar de nuevo», había añadido el pontífice, «confiando en la gracia de Dios, que guía el destino de cada hombre y de todos los pueblos». No estás solo. Toda la Iglesia está cerca de ti, con la oración y la caridad concreta». Para ello, concluyó el Papa, es fundamental el «perdón», que define como «una palabra clave […] para permanecer en el amor, para seguir siendo cristianos».
Qaraqosh, Irak.
AsiaNews.