La pederastia deja muy tocados a los jesuitas catalanes (1)

ACN
ACN

«Que te llamaran para ir a la tutoría molaba. Porque te perdías clase y porque Roma, como el resto de curas, era un adulto de referencia, era guay que te tuviera en consideración». Así, explica un exalumno abusado, los sentimientos que tenían hacia el jesuita y profesor del colegio del Sagrat Cor, de la calle Caspe de Barcelona. El problema es que aquella tutoría acababa convirtiéndose en algo distinto, y entonces ya no «molaba», sino que dejaba traumatizados a algunos de esos alumnos, con secuelas que aún perduran.

El modus operandi solía ser similar, todo empezaba porque la tutoría no era un frente a frente, sino que Roma invitaba a sentar a sus alumnos menores en su regazo, allí empezaba a tocarlos hasta llegar a sus genitales o se restregaba con los suyos con ellos. Así lo afirman los tres exalumnos que han cursado denuncia contra el jesuita, dándose la circunstancia de que había chicos y chicas entre los abusados.

Francesc Roma, no era como el otro jesuita abusador de Caspe y de Cochabamba, Francesc (Cesc o Chesco) Peris, a quien todo el colegio tenía calado, y por eso le llamaban «Sex penis»; en el caso de Roma había un cierto aura de persona excelente, incluso algunos de los abusados por Peris, se han extrañado de las denuncias contra él, a quien tenían en buena consideración.

Fachada del Colegio de los jesuitas de la calle Caspe, donde operaba Francesc Roma

La Iglesia catalana y la sociedad civil, tenían encumbrado a este jesuita, que como era de esperar, fue de los firmantes a favor del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, lo que hace que seas muy bien visto entre los ambientes del nacionalismo catalán, a pesar de tu condición de religioso. Así, por ejemplo, la Hoja Dominical, presente en la mayoría de las diócesis catalanas, lo entrevistó no hace demasiado tiempo, y era uno de esos jesuitas de referencia a la hora de dar charlas, conferencias o retiros.

Su última actuación pública tuvo que ser suprimida, después de explotar el escándalo, se trataba de la presentación de su último libro «Paraula de Déu en Paraula humana», que tenía que hacerse precisamente en el colegio de Caspe, el pasado 15 de mayo. En el acto iba a intervenir personajes de lo más florido de la sociedad catalana, entre ellos el conocido periodista del régimen, Antoni Bassas, ex-colaborador de TV3 y Catalunya Radio y cofundador del diario independentista ARA, dos representantes del nacional-progresismo eclesial, como Montse Pérez del Hospital de Campaña de la parroquia Santa Ana, o Cristiana Manresa, presidenta de la Fundación CEL, o incluso el conocido presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós, que se hizo superfamoso con motivo de la Pandemia del COVID.  La parte musical, corría a cargo del pianista Carles Feliu con obras de Chopin, Rachmáninov y Debussy.

Se da la circunstancia de que Francesc Roma, tenía un hermano, también jesuita ya fallecido, conocido como Lucho Roma, implicado en un montón de casos de abusos en el colegio Juan XXIII de Cochabamba (Bolivia), al igual que Francesc Peris, y no solo abusaba, sino que además fotografiaba sus proezas sexuales con los niños y las guardaba en su ordenador.

Desde la Compañía de Jesús, se dice que se ha iniciado un proceso interno con el abusador, que traducido significa la nada con gaseosa, que nadie se espere ninguna medida ejemplar, simplemente se le apartará para que no aparezca públicamente por el colegio ni en actos públicos, pero continuará como jesuita sin ningún problema en alguna de sus casas o residencias más discretas.

Olvídense de decisiones contundentes, como expulsarlo de la Compañía, o anularle sus derechos sacerdotales para presidir los sacramentos, ni siquiera una orden de alejamiento de cualquier lugar donde pululen niños, eso no va a suceder. Eso solo se hace con los jesuitas que ya han muerto, y este sigue bien vivo.

Francesco Della Rovere.

germinansgerminabit.

Comparte:
By ACN
Follow:
La nueva forma de informar lo que acontece en la Iglesia Católica en México y el mundo.