El triunfo del relativismo sobre la Palabra de Jesucristo, convertida en objeto de elección a capricho, es lo que pretenden laicos, pero sobre todo obispos como los de Alemania.
¿Qué hay de fondo, en la intimidad de cada uno? ¿Será porque nunca le han amado…al menos como Dios?, se pregunta el padre Santiago Martín?