LA OPCIÓN “PANDEMÓNIUM”: Segunda parte de “niega-covidianos e híper-covidianos, la vía cristiana”

Pedro Mejías
Pedro Mejías

Ante el mal y la destrucción del hombre en la cultura de la muerte, algunos hemos optado por el discernimiento, la valentía y la esperanza: la opción cristiana, la opción del equipo “Pandemónium”.

Me he resistido a escribir este artículo, pues he recibido presiones de todo tipo. Nunca creí, con sinceridad, que mis reflexiones pudieran generar tanta reacción, a favor o en contra. He acogido con alegría los muchos comentarios de amigos que han celebrado clarificar lo que ellos mismos pensaban: se está haciendo un mito, un diosecillo, del covid. Y esto es evidente.

Y también he tenido comentarios en contra, tanto de los “niega” (covidianos), como de los “híper” (covidianos). Estos últimos, ciertamente, han sido los menos, diciéndome que soy un irresponsable por no tener “miedo” al virus.

Pero con bastante vehemencia los “niega” me han dicho de todo, desde lo más suave, que soy un abducido, hasta ignorante, pasando por otras muchas cosas que no quiero recordar.

Lo que me apena es que a veces han sido activistas provida, que se dedican ahora al tema covidiano, que incluso me han llamado por teléfono para hacerme cambiar de opinión, dándome miles de enlaces de la prensa amarilla covidiana, que inventa datos y noticias tremendistas para ganar visitas en sus páginas, con apariencia de grandes investigaciones. Podría contar muchas anécdotas al respecto.

Ciertamente, todo esto me hace confirmar mi teoría: la sociedad está dividida por este tema, y es necesaria una tercera vía, verdadera y firme, para dar luz.

Resumamos: Decía en el artículo anterior que el “Niega-covidiano” niega la pandemia mientras el “Híper-covidiano” se obsesiona con ella. El primero se identifica por no llevar mascarilla y el segundo lo podemos ver que utiliza la mascarilla hasta en el coche cuando va solo. El Niega-covidiano está visceralmente en contra de la vacuna, y el Híper-covidiano a favor, con los ojos cerrados. Y por fin, se parecen en que el Niega se obceca en sus posiciones con vehemencia y que también el Híper defiende sus ideas con inusual entusiasmo.

Pero que las dos posturas vitales son covidianas, pertenecen a nuevas religiones surgidas. Y forman parte de ese morbo humano por lo nuevo, ese interés desmedido por la novedad. Forma parte también de lo que llama el diccionario la pompa del mundo, en su segunda acepción: fausto, vanidad, grandeza… ¡esnobismo!

Estoy en total desacuerdo con estas dos posturas extremas y las rechazo. Hacen daño al individuo y a la comunidad. Crean confusión y no aportan nada, todo lo contrario, le hacen el juego a los que quieren cambiarnos el agua… a los que quieren controlar el mundo. Hay que buscar una tercera vía.

Ante esto… ¿cuál es la Vía Cristiana? Pienso que la opción cristiana frente al coronavirus es el discernimiento, la valentía, y la caridad. La podemos llamar opción cristiana o tercera vía, vía del humanismo, o incluso LA OPCIÓN PANDEMÓNIUM, por representarla con mayor claridad el grupo de analistas que ha escrito las recopilaciones más certeras: el llamado grupo Pandemónium, que ya va por el tercer libro.

 

Opción cristiana, el discernimiento.

Desde el punto de vista religioso, no creemos con esta vía que Dios “ha enviado” una pandemia, como un “castigo”, no. Sino que nos preguntamos ¿qué me quiere decir Dios con esto? Qué con la muerte o enfermedad. Qué con las incomodidades o la soledad, o con estos políticos nefastos que no saben qué hacer… Qué me dice con las iglesias cerradas, qué con los sacerdotes fallecidos… qué con otros sacerdotes no tan valientes…

El discernimiento cristiano no se obceca, no trata de imponerse, no se obsesiona con las circunstancias ni las niega, no vive sobrecogido ni es irresponsable. En cambio, dialoga, admite al otro. No crea divisiones. Pero pone su esperanza, no en telediarios ni en teorías amarillistas, sino en la base de Cristo. En la Resurrección. En la tradición cristiana, en el humanismo cristiano acrisolado a lo largo de los siglos.

A diferencia de los Niega-covidianos, esta opción no ve manos oscuras detrás de cada decisión, sino que va a la verdadera raíz del mal: el pecado. Pandemónium. Y a diferencia de los Híper, no cree a ciegas en los gobernantes ciegos que nos quieren manipular.

 

Opción cristiana, la valentía.

Como dice mi amiga Beatriz Montes, “el miedo no viene de Dios. Viene de su enemigo, ese que quiere que seamos sus esclavos y se vale de sus aliados, sus siervos, para ello”. La actitud es la contraria: la valentía. No estamos acobardados por gente que quiere someternos.

Pero que quede claro: las dos formas de “neo-religión covidianase brotan en los ciudadanos por auténtico pánico a morir. Unos a morir por virus, otros a morir de olvido, sin protagonismo alguno, pasando desapercibidos… y se tienen que inventar conspiraciones para llamar la atención. El morbo les da vida.

¿Dónde están los verdaderos valientes? ¿Dónde los guerreros que actúan cuando se les necesita? Yo te lo diré: escondidos en sus casas quejándose unos de otros, lanzando soflamas y discutiendo en grupos de whatsapp y telegram.

 

Opción cristiana, la esperanza.

Precisamente por esa esperanza, el que sigue esta opción es activo y no se echa atrás, como lo han hecho ya, por desgracia, algunos de un lado y otro. Vive con normalidad, sin aspavientos en uno u otro sentido. No se deja llevar por la tristeza o la desesperanza. Si hay que organizar, acudir, hacer, actuar, lo hace. Lo hace con responsabilidad. Pero lo hace.

No deja de visitar a los ancianos, por ejemplo, ni de llevar a sus hijos al colegio, no deja de llevar una vida activa. Pero tampoco pone en peligro la vida de los demás.

 

Esta es la Opción Pandémonium

Por todo esto, vemos que los análisis recogidos en las distintas entregas de Pandémonium -ahora presentamos el tercer volumen, La Tormenta Perfecta– son la opción acertada, clara, valiente, esperanzada… Se han juntado para ello 17 pensadores de 10 países distintos para reflexionar sobre lo que está pasando y darnos pistas para hacer un futuro mejor.

Pero la serie Pandemónium, más que unos libros recopilatorios de los mejores artículos, es un auténtico movimiento de resistencia al Nuevo Orden Mundial. Un análisis desde la trinchera. Un grito de alarma y un toque de zafarrancho de combate. Es un equipo de grandes analistas que diseccionan lo que está pasando en nuestro mundo actual, desde el enfoque de los valores y de la libertad, de la dignidad del ser humano. Desde la óptica de la mejor tradición humanística cristiana.

Pandemónium III esquiva definitivamente la polarización entre «conspiranóicos» y «anticonspiranóicos», niegacovidianos e hípercovidianos, analizando el momento actual como una tormenta perfecta. «Una confluencia entre fuerzas muy poderosas que se dirigen a un mismo punto. No hace falta que haya una única mente maestra detrás ni que especulemos con acuerdos secretos: está todo a la vista”, según Carlos Beltramo, editor de la obra.

Esa es, ni más ni menos, la tercera vía: el mal avanza y nos acecha, con motivo de pandemia o sin ella, como antes lo hizo con el triunfo del marxismo en alguna parte del mundo, con la imposición del libertarianismo de mayo del 68, o con la expansión de la Revolución Francesa en el s.XIX… ¡Y nos seguirá acechando!

Pero ante el mal y la destrucción del hombre en la cultura de la muerte, algunos hemos optado, con la ayuda de Dios, por el discernimiento, la valentía y la esperanza. Entra, amigo, hermano, en esta otra opción, la opción cristiana, la opción de la lucha.

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