Voy a confesar que en este artículo ni puedo ni quiero ser objetivo. A la Reina Isabel de Castilla la siento como madre. Hablo con ella, ella me habla y siento su protección. Vaya por delante esta advertencia. Y el que no quiera seguir leyendo, es muy libre de hacerlo.
Cuando se cumple un nuevo aniversario de la muerte, su nacimiento para el cielo, de Isabel la Católica queremos abordar su figura en lo que respecta a su fe y su espiritualidad, que dio lugar a la Hispanidad. Por eso decimos que Isabel es MADRE de la Hispanidad, por tanto, de lo que hemos venido en llamar La Nueva Hispanidad.
Lo primero que observamos en Isabel es que no es solo una reina, sino la mejor reina que ha tenido España. Y probablemente que ha existido en toda la historia. Fue un auténtico genio en su tiempo, pero también una persona bendecida en la encrucijada de la historia. Sin ella no se entiende el mundo actual y la era moderna.
Se salta las normas de su tiempo, rompe moldes, y es capaz de dominar a amigos y enemigos, al clero diocesano y regular, a los obispos, por supuesto a los nobles que la quisieron maniatar, a las potencias extranjeras… Unifica España con su arriesgado matrimonio y la finalización de la guerra contra el reino nazarí, y lanza sus naves allende los mares conocidos hasta ese momento, y descubre un nuevo mundo nunca antes visto.
Y todo esto con solo su fe, la gran dimensión religiosa de su personalidad y su reinado, y con su excepcional valentía.
Así, tenemos que a México por ejemplo llegan evangelizadores insignes como San Junípero Serra. En el cono sur americano, fue sobresaliente la tarea de los jesuitas, quienes realizaron traducciones de la Biblia a las lenguas aborígenes, y desarrollaron una música religiosa adaptada a la estética de indios guaraníes. Las lenguas de aquellas gentes fueron codificadas en alfabetos e incipientes gramáticas. Además, la evangelización trajo consigo el cultivo de la tierra con nuevos procedimientos.
Isabel “da a luz” a la Hispanidad, porque le entrega su “genética”: la cristiandad europea, con su talante evangelizador y con los valores éticos que ésta conlleva. Le entrega también el excepcional legado de la lengua de Nebrija. Y así mismo, la perfecta organización político-administrativa española.
El alarde evangelizador isabelino es la raíz de lo que hoy conocemos como América. Su figura impresionante no la podemos abarcar suficientemente… pero en el ENCUENTRO Familia.Vida.Libertad de esta semana, nos visitan tres grandes conocedores y divulgadores apasionados del legado de los Reyes Católicos y de la historia de la Hispanidad, que son también tres buenos amigos, y que ya han estado en nuestros Encuentros. Javier Barraycoa, doctor en filosofía, profesor y comunicador de referencia en temas hispanos. Nuestra Mamela Fiallo, profesora y comunicadora, mujer que ama con veneración a la Reina. Y Cynthia Rebaza, la gran luchadora peruana por la Hispanidad.
Sin duda, será apasionante. Por la altura y la pasión de estos invitados, y por la grandeza inabarcable de la mujer que dio a luz a un continente, para así cambiar la historia universal. Y cambiarla para engrandecer a la Cristiandad.
