“Somos gente pobre que vive en países ricos” declara Mons. Bienvenu Manamika Bafouakouahou, Arzobispo de Brazzaville, Presidente de la Conferencia Episcopal del Congo, que concede una entrevista a la Agencia Fides.
«Puedo decir que la situación es estable, pero estabilidad no significa que todo esté bien.
«Tenemos la presencia de las llamadas «iglesias del despertar» o comunidades pentecostales que libran una especie de «guerra de guerrillas» en el terreno espiritual, en el sentido de que luchan encarnizadamente contra la Iglesia católica. Perturban la fe de los católicos al ofrecer soluciones rápidas y fáciles a los problemas de su experiencia.
«Si bien nosotros, los que estamos en la verdad, esto es lo que realmente creo, pero los cristianos que viven en la pobreza luchan por aceptar esta verdad porque buscan soluciones directas e inmediatas a sus problemas apremiantes. Por lo tanto, encuentran «soluciones mágicas» con estos pastores, incluso si luego permanecen inmersos en la pobreza. Pero en general la Iglesia católica continúa su camino.
PREGUNTA: ¿Las «iglesias del despertar» son originarias del Congo o vienen de fuera?
Actualmente se han establecido «antenas locales» que provienen de países vecinos pero están dirigidas por pastores formados en Estados Unidos. De hecho, estas realidades cuentan con el apoyo de los pentecostales estadounidenses.
PREGUNTA: El 13 de noviembre, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe confirmó la prohibición de que los católicos se unan a la masonería. ¿Se sienten atraídas por él las élites congoleñas?
«Creo que en África Central las elites locales no escapan a la masonería.
«Para ascender en la escala social es necesario unirse a la masonería. La Iglesia desaconseja firmemente todo esto porque es como una forma «mágica» de alcanzar el éxito. Incluso cuando alguien tiene la capacidad intelectual para obtener un puesto de responsabilidad, no puede obtenerlo a menos que ingrese a la Masonería. Este último ya no se esconde como antes. No es oficial pero ahora se muestra públicamente.
«Muchos jóvenes hoy son reclutados para ello. La Iglesia se resiste a esta forma de hacer las cosas porque para nosotros es un mecanismo de tipo esotérico, que no es objetivo y que no ayuda a la sociedad.
«Estamos siempre en diálogo con nuestros intelectuales que puedan sentirse atraídos por los caminos masónicos. Pero les decimos que ese no es el camino a seguir. El único camino a seguir es el normal, no formado por atajos.
«Pero el problema es el siguiente: cuando un joven cristiano ha terminado sus estudios y busca trabajo, al principio resiste este tipo de presión, pero luego se da cuenta de que tiene una familia que mantener. Y cuando se presenta al concurso para un cargo público se le pide que se una a los masones para obtenerlo. Esto se convierte en un dilema para él. ¿Qué hacer? Y yo como pastor debo decirle que permanezca fiel a sus creencias. ¿Pero quién le da de comer a él y a su familia? Es un verdadero problema pastoral, como obispos nos vemos desafiados por esta situación.
PREGUNTA: ¿Qué puede hacer la Iglesia?
«Lo primero es que la Iglesia no cambie su forma de predicar el Evangelio. La Iglesia preserva la Verdad y forma las conciencias. Corresponderá a las personas decidir en relación con su fe. No podemos imponerle el camino pero sí se lo mostramos. Si elige otro camino, será una vergüenza para él; pero si opta por un camino de fe es una alegría para la Iglesia y tratamos de consolidarlo ofreciendo formación. Por eso creamos Accabe, la academia de ética de Brazzaville, para ayudar a estudiantes, intelectuales y parlamentarios católicos a mantener una línea de conducta coherente. Lamentablemente la pobreza no nos ayuda. Algunos nos dicen: «Monseñor, me gustaría mucho comportarme con rectitud pero ¿qué come mi familia?». Por tanto, vivimos en un contexto híbrido.
PREGUNTA: Por tanto, existe el problema del desarrollo humano. ¿Pero cómo conciliarlo con el respeto ecológico?
Congo Brazzaville forma parte de las tres cuencas forestales ecuatoriales que, además de la nuestra, incluyen el Amazonas y Borneo en el sudeste asiático. A mediados de octubre nuestro país fue sede de una cumbre de las tres cuencas. Desde el Presidente de la República hasta el ciudadano común, todos los congoleños estamos muy comprometidos con el proceso de protección del medio ambiente. Todo esto es cierto pero todavía estamos en teoría. Si el Papa denuncia a través de la Laudate Deum que se crea mucha teoría a través de las distintas COP, lo hace porque hay una situación contradictoria sobre el terreno. Por ejemplo, las grandes empresas mineras prometen desarrollo, construcción de escuelas, etc. pero esto no sucede. En Pointe-Noire se prometieron escuelas y desarrollo, pero vemos que hay pueblos enteros contaminados y esto conduce a la pobreza. Lo que dice el Papa es verdad y espero que su voz sea escuchada en la próxima COP.
Se habla mucho de desarrollo respetuoso con el medio ambiente, pero sobre el terreno los grandes responsables hacen lo que quieren. Nuestros países, tan ricos en recursos naturales, no forman parte del grupo de tomadores de decisiones que tienen voz y voto sobre nuestro petróleo, madera, etc. Y el dinero también está mal administrado. Entonces parece que estamos progresando pero en realidad no está sucediendo. Al final somos gente pobre que vivimos en países ricos.
L.M.
Brazzaville, Congo.
Fides.
