Hablando de la guerra de Rusia contra Ucrania, el Papa dijo que «los más crueles son los chechenos y los buriatos».
Era el 28 de noviembre, día de la difusión multilingüe de la entrevista de Francisco con la revista jesuita nacional «América».
Inmediatamente después, llovieron oleadas de críticas, ataques y ofensas contra el Pontífice que partieron de Moscú sin cesar.
Ahora, 17 días después, ha ocurrido algo nuevo e impensable: con una nota oficial firmada con tarjeta. Secretario de Estado, Pietro Parolin, el Papa se disculpó con Vladimir Putin.
El texto exacto de la nota no se conoce y permanecerá en secreto hasta que Rusia decida, según sus intereses, filtrar el texto a la prensa mundial.
El director de la oficina de prensa del Vaticano, interrogado por los respetados reporteros, respondió: «Puedo confirmar en este momento que ha tenido contacto con diplomáticos con respeto».
En la memoria de los jubilados vaticanos, analistas, expertos y observadores de los supuestos de la Santa Sede no hay un solo registro de un hombre semejante en los pontificados, desde Pío XII hasta hoy.
Hablamos con algunos de ellos, residentes en diferentes países, sobre este tema tan delicado, que tiene importantes consecuencias.
El gesto del Papa también es inédito porque Francisco ha utilizado expresiones mucho más fuertes, seguro que muchas fuertes, en el caso del aborto, de los médicos que practican el aborto, de la relación familia-animal, en poblaciones con un alto crecimiento democrático, en cuanto a la presunta patología homosexual, etc., nunca tomes una señal, nunca tomes una petición de disculpas a alguien que se haya sentido ofendido por sus bocas.
Francisco ha pedido disculpas en varias ocasiones, de manera pública y abierta, ante las responsabilidades pastorales de la Iglesia en el sentido amplio de su historia, como en el caso reciente de su visita a Canadá o en las múltiples historias de pederastia a lo largo del mundo.
En el contexto de las relaciones internacionales con otros estados, no parece que Francisco y otros papas anteriores a él hayan sido excusados por sus posiciones.
En este caso nos encontramos por primera vez con un tema diplomático de trascendencia mundial en el marco de una guerra que el mundo ha llamado “guerra mundial fragmentaria”.
Luego hay que subrayar que el Papa dijo de los chechenos y buriatos que son «los más crueles» en la Guerra contra Ucrania.
En 108 discusiones específicas sobre el conflicto Rusia-Ucrania, el Pontificio dijo muchas cosas más graves y disparatadas: guerra sucia, sacrilegio, cruel, feroz, asesina, inhumana, comparable a los acontecimientos de la Shoah y el Holodomor… y así sucesivamente .
Muchos católicos, pero no solo ellos, se preguntan subreestas excusas: ¿por qué y para qué? En este punto también tenemos que pedir que le preguntemos a los ucranianos que llevan 10 meses que nos cuenten las consecuencias de esta crueldad.
Luis Badilla.
Ciudad del Vaticano.
Jueves 15 de diciembre de 2022.
