Nos parece, alguien que corrija, que en América ha sido la primera conferencia episcopal en conjunto que se ha atrevido a tomar posición sobre la Declaración Fiducia supplicans.
Nos referimos a la Conferencia Episcopal de Haití, la cual mediante una declaración de Dic-21-2023 señalan en su punto 5° (nuestra traducción):
…instamos a los ministros ordenados (sacerdotes, diáconos) a garantizar que las bendiciones pastorales ordinarias, no litúrgicas o no sacramentales, dadas a cualquiera que las solicite espontáneamente, no se concedan de una manera que pueda malinterpretarlas como litúrgicas o acto semilitúrgico, semejante a un sacramento. En este sentido, las uniones entre personas del mismo sexo no tienen derecho a recibir la bendición del matrimonio de la Iglesia católica (Fiducia Supplicans, n.31). No se concede a los sacerdotes ningún derecho a bendecir a las parejas homosexuales que soliciten algún tipo de reconocimiento religioso de su unión. La Iglesia no puede disponer de los planes de Dios para el matrimonio (cf. Comentario de Responsum ad dubium, 15 de marzo de 2021).
La declaración de los obispos de Haití fue publicada en la página de Facebook de la Comisión Diocesana de Catequésis y Liturgia de Anse-à-Veau/Miragoâne, Dic-21-2023.
SÁBADO 23 DE DICIEMBRE DE 2O23.
SECRETUMMEUMMIHI.