La hora de Jesús

Pbro. José Manuel Suazo Reyes
Pbro. José Manuel Suazo Reyes

El evangelio que se proclama en la liturgia católica de este domingo (Jn 12, 20-33) habla de “unos griegos” que se acercan a los discípulos con esta súplica: “Quisiéramos ver a Jesús”. El encuentro con ellos, da la oportunidad a Jesús para referirse al momento de su Pasión, Muerte y Resurrección y al sentido que ésta tiene.

Este momento viene presentado como “la hora de Jesús” que es al mismo tiempo su glorificación. Jesús, como el grano de trigo que muere para dar mucho fruto (Jn 12, 24), ofrece en la cruz su vida para ser “causa de salvación eterna para todos los que lo obedecen” (Heb 5, 9). La muerte de Jesús en la cruz es el triunfo de Dios sobre la maldad.

En la cruz Jesús perdonará a sus “enemigos” y reconciliará a todos con Dios. Desde la cruz, él ofrecerá un sacrificio perfecto. En la Cruz, el Hijo de Dios, vence al príncipe de este mundo, a Satanás.

El evangelio de este domingo nos introduce de esta manera en las celebraciones de la Semana Santa que llevaremos a cabo los días del 28 de marzo al 4 de abril de 2021. La arquidiócesis de Xalapa celebrará los oficios litúrgicos propios de estos días santos, que van desde el domingo de ramos o de la Pasión del Señor hasta el Domingo de Resurrección.

Dado que estamos en este tiempo de contingencia sanitaria, extremaremos los cuidados que nos recomiendan las autoridades de salud. Por ello se controlará la participación en los oficios de la semana Mayor, usando cubrebocas, guardando la distancia recomendada, sanitizando los espacios sagrados, tomando la temperatura y si es necesario ampliando el número de celebraciones para que los fieles puedan celebrar su fe teniendo cuidado además de su salud física.

Recordamos además que a través de nuestras plataformas digitales se transmitirán todas las celebraciones propias de la Semana Santa para que quien así lo considere pueda seguirlas en forma virtual.

La semana santa se abre con la celebración del Domingo de Ramos de la pasión Señor. Esta celebración contiene dos grandes momentos: la conmemoración de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén y la narración de la Pasión de Jesús.

El siguiente momento importante de la Semana Santa es la celebración del Triduo Pascual que comienza el Jueves Santo con la misa de la Cena del Señor y concluye con la Vigilia Pascual el sábado santo. El Triduo Pascual celebra la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.

La misa de la cena del Señor que se celebra el Jueves Santo recuerda la institución de la Sagrada Eucaristía y del Orden Sagrado. El Jueves Santo Jesús celebró la primera Eucaristía, nos dejó su cuerpo y su sangre para nuestro alimento y confirió la autoridad a sus apóstoles de poder celebrar la santa misa.

El Viernes Santo, recordamos la muerte de Jesús. Ese día la Iglesia no celebra el Sacrificio eucarístico, sólo distribuye la sagrada comunión. La celebración litúrgica de ese día se le conoce como la celebración de la Pasión del Señor.

El Sábado Santo celebramos la vigilia pascual, es la celebración con la que se culmina la pascua. La Vigilia Pascual es la vigilia más importante del año litúrgico porque en ella celebramos la RESURRECCIÓN DE JESÚS, el misterio central de nuestra fe.

Estamos viviendo tiempos muy difíciles, el mal manejo de la crisis sanitaria causada por el COVID 19 ha aumentado los problemas cotidianos que lastiman a mucha gente. Existen amenazas serias por el uso ideológico de las leyes, el abuso de poder está pasando por encima de los derechos humanos y se está poniendo en peligro las instituciones que sostienen nuestra sociedad. Se busca imponer una forma de vida absurda en contra de la naturaleza, la razón y los tratados internacionales. Debemos cuidar la unidad de nuestro pueblo y trabajar por el bien común.

Que la celebración de la Semana Santa nos lleve a reforzar nuestra espiritualidad para sanar también el corazón y la mente de todas aquellas cosas que también destruyen el interior. También nosotros “queremos ver a Jesús”. Que la cruz de cristo nos libre de todos estos signos de muerte que nos acechan.

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Párroco en San Miguel Arcángel, Perote, Veracruz.