«La fe conduce a una vida digna», comunicado dominical de la arquidiócesis de Xalapa

Guillermo Gazanini Espinoza
Guillermo Gazanini Espinoza

La comunidad de hermanos en la fe se convierte en un apoyo para que el creyente se vaya conociendo a sí mismo, pero sobre todo para que se inicie en el reconocimiento de los demás y de la realidad. La fe en Cristo supone y exige el autoconocimiento y el descubrimiento de los demás para alcanzar la colaboración mutua en la solución de problemas y conflictos. Ante los desafíos de la pobreza, la inseguridad y la violencia es necesaria la colaboración permanente y eficaz de todos. No debemos dejar que el análisis de los problemas y propuestas de solución se queden en manos de unos cuantos.

C.L. Lewis ya insistía en la fuerza e importancia de la vida de fe, pues ésta consigue la unidad de mucha gente, para colaborar en el bien común: “Creo en el cristianismo como creo que el sol ha salido. No sólo porque veo con más claridad, sino porque gracias a eso puedo ver todo lo demás”. Siempre será necesario estar al pendiente de todo lo que sucede a nuestro alrededor para no ser indiferentes y sustraerse a los acontecimientos de la sociedad y problemas que se deben resolver con la colaboración de todos.

La vida de fe en Cristo nos inserta en toda la realidad que vive la persona. Es conveniente vivir la verdadera fe en Cristo inspirados por el Espíritu Santo para poder conocer a profundidad y tratar de transformar las circunstancias sociales, políticas y económicas que son el ambiente en que uno vive. ¡Cuánta razón tenía el monje español del siglo XIX, don Jerónimo Usera, cuando afirmó!: “El mayor de los beneficios que puede hacerse a un pueblo, es enseñarle a la vez los deberes de un buen cristiano y un buen ciudadano”. La gracia de Dios nos conceda vivir juntos para colaborar ante los desafíos de este verano 2023 y demostrar una fe comprometida con todos y con todo lo que nos rodea para vivir con dignidad.

Pbro. Juan Beristain de los Santos.

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