La falsa bandera de la «no criminalización»

Alejandra Yañez
Alejandra Yañez

Hace unas semanas supimos que la diputada Tania Larios del PRI, había presentado una iniciativa por la cual proponía derogar el tipo penal del aborto en la CDMX. Derogar significa borrar del Código penal el delito de aborto, razón por la cual las mujeres podrían terminar con la vida de sus hijos dentro del vientre materno en cualquier momento de la gestación sin castigo o sanción. Y aunque algunas fuentes dicen que despenalizar no es lo mismo que legalizar, borrar el aborto del código penal equivale a legalizarlo puesto, ya que lo que no es delito, es derecho.

A principios de octubre, otra diputada, Yuriri Ayala (de MORENA), subió a tribuna justo para promover casi lo mismo: derogar diversos artículos del Código Penal de la CDMX que criminalizan la interrupción del embarazo después de las 12 semanas de gestación. Esta horrenda iniciativa se presenta ahora con “mayor gestión política” ya que varias diputadas de varios partidos (MORENA, PRI y MC) se sumaron a la iniciativa, ejecuntando un performance con unas letras gigantes, portando los trapos verdes.

Matar es matar. En términos ontológicos, terminar la vida de un hijo en gestación a las semana 10 es igual de bestial que terminar con la vida de un hijo en gestación a la semana 24 o 36. Un ser humano en potencia será asesinado dentro del vientre de su madre y no verá la luz del sol, para cumplir con las demás funciones vitales para las cuales fue creado: crecer, desarrollarse, luchar por su felicidad, tal vez reproducirse y morir.

Llama la atención que el lobby abortista tiene en varias diputadas, gestoras dóciles a cumplir sus necesidades. No sólo buscan disminuir la población de los países latinoamericanos, también existe a nivel mundial, una gran demanda por órganos y tejidos fetales.  Estas diputadas, que dicen representar al pueblo mexicano, en realidad están más ocupadas en cumplir con los objetivos del lobby abortista, dejando en el cajón del olvido las verdaderas necesidades de las mexicanas. Es irónico, que diciendo ser “feministas”, evadan el hecho de que los abortos efectuados en etapas avanzadas implican mayores riesgos en la salud  y en la vida de las mujeres que lo practican.

Otra cuestión a considerar es que estas diputadas, que dicen representar a un gobierno “humanista” no le han preguntado a los médicos ni al personal de salud su opinión sobre efectuar abortos entre el segundo y tercer trimestre. Un aborto efectuado durante el primer trimestre no solo implica “menores riesgos para la mujer”, los médicos sólo tienen que proveer de pastillas para efectuar abortos químicos. Pero para efectuar un aborto durante el segundo y tercer trimestre, los médicos podrían verse obligados a efectuar intervenciones más agresivas e invasivas, tales como inyectar solución salina en el corazón del feto, o de plano llevar a cabo legrados, donde tengan que destazar, pedacito por pedacito a un ser humano dentro dentro del vientre de su madre.

Cada día nos alejamos de la meta de ser una sociedad humanista. Varias diputadas están dispuestas a promover la legalización del asesinato de los hijos concebidos para satisfacer los objetivos de agenda 2030, al mismo tiempo de facilitar a la industria farmacéutica de órganos y tejidos de bebés. Pretenden legalizar una carnicería de seres humanos en la etapa más vulnerable, bajo la falsa bandera de combatir  “la criminalización de las mujeres”. Si de verdad quisieran evitar esto, no tendrían que derogar el tipo penal del aborto, sino estipular como consecuencia, tratamientos terapéuticos, para que las mujeres que aborten despues de la semana 12 sean atendidas por trabajadoras sociales para que no arriesgen su salud y no vuelvan a incurrir en un embarazo no deseado.  

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