El arzobispo de Denver, Samuel Aquila, se ha unido a la lista de obispos que denuncian que se dé la comunión a los políticos pro-aborto y a otros católicos disidentes que persisten en pecados graves.
En un artículo de opinión publicado en la revista jesuita America, heterodoxa y pro-LGBT, Mons. Aquila pidió a los católicos que abracen la «coherencia eucarística» y que «se tomen el pecado en serio».
El arzobis`po recordó la Primera Carta a los Corintios, en la que San Pablo advierte que cualquiera que participe de la Eucaristía «de manera indigna será culpable de profanar el cuerpo y la sangre del Señor».
«Estas palabras sobre el amor de la Iglesia a los que se atreven a acercarse al altar son palabras de cuidado y misericordia, que nos da el Espíritu Santo, para proteger y curar», escribió Aquila.
«Pero ofrecen una advertencia aleccionadora: Los que profesamos la fe de la iglesia debemos vivir como la iglesia nos manda porque a través de su iglesia Jesucristo nos llama al arrepentimiento, al perdón y a la santidad. Acercarnos a la Eucaristía de otra manera es condenarnos en el altar del Señor», exhortó el arzobispo.
«Esto es cierto para todos los católicos, pero es particularmente relevante en relación con el falso testimonio que muchos funcionarios públicos mantienen a veces en relación con las verdades más fundamentales de la persona humana», añadió Mons. Aquila.
La enseñanza de la Iglesia sostiene que los políticos y gobernantes que promueven el aborto cometen un pecado grave y no pueden ser admitidos en la Eucaristía. Mons. Aquila señaló disposiciones similares en el derecho canónico que prohíben dar la Sagrada Comunión a quienes se encuentran en estado objetivo de pecado mortal.
«La Eucaristía es un don, no un derecho, y la santidad de ese don sólo se ve disminuida por la recepción indigna», dijo. «Por el escándalo público causado, esto es especialmente cierto en el caso de los funcionarios públicos que gobiernan persistentemente en violación de la ley natural, en particular las cuestiones preeminentes del aborto y la eutanasia, la toma de la vida inocente, así como otras acciones que no defienden la enseñanza de la iglesia con respecto a la dignidad de la vida».
LSN/Infocatólica.