* El ex secretario del Papa Benedicto XVI expresó su franca esperanza de que el Papa León XIV, «garantizará la estabilidad»
El ex secretario del Papa Benedicto XVI dio la bienvenida al papado del Papa León XIV diciendo que pone fin a “la temporada de arbitrariedades”.
En declaraciones al periódico italiano Corriere della Serra , el arzobispo Georg Gänswein ofreció sus primeros comentarios sobre el recién elegido Papa León XIV.
Cuando lo vi salir al balcón de la Basílica de San Pedro, me dije: ‘Óptica y acústicamente, este Papa inspira esperanza, esperanza, esperanza’”.
Estas fueron las palabras de Gänswein sobre el cardenal Robert Francis Prevost, elegido Papa León XIV el jueves por la noche.
Gänswein, que actualmente se desempeña como nuncio papal en Lituania, Estonia y Letonia, fue secretario del Papa Benedicto XVI y, desde 2012 hasta 2023, fue prefecto de la casa papal, sirviendo tanto a Benedicto como a Francisco.
Ampliamente estimado y querido por los empleados del Vaticano que estuvieron allí durante mucho tiempo antes del Papa Francisco, la evaluación de Gänswein sobre Leo señaló las dificultades experimentadas bajo el último pontificado:
Ahora se abre una nueva etapa. Siento un alivio generalizado. La época de arbitrariedad ha terminado. Podemos empezar a confiar en un papado que garantice la estabilidad y se apoye en las estructuras existentes, sin derribarlas ni trastocarlas.
Al predecir el estilo del pontificado que tendrá León, Gänswein sugirió que el Papa estadounidense buscaría crear paz y resolver conflictos:
León XIV tenderá puentes como su predecesor. Pero en un contexto y estilo diferentes al de Francisco. En la Iglesia actual hay grandes tensiones, y fuera, conflictos alarmantes. Creo que ahora se necesita claridad doctrinal. La confusión de estos años debe superarse.
Y una de las herramientas a utilizar son las estructuras existentes. Las instituciones de la Iglesia no son una lepra ni una amenaza para el Papa. Están ahí para ayudar a los pontífices, quienes deben recibir ayuda. No se puede gobernar solo, desconfiando de las propias instituciones.
Estos comentarios bien podrían interpretarse como una referencia al estilo de gobierno del papado de Francisco, que fue ampliamente considerado errático e incluso calificado de dictatorial o tiránico por quienes lo conocieron de cerca.
Destacando aún más lo que él ve como diferencias entre Francisco y León, en lugar de la “continuidad” de la que tanto se habla, Gänswein comentó que la elección de vestimentas de León ya evidencia un cambio de rumbo:
Su nombre y vestimenta dejaban claro que no habrá continuidad, sino una etapa totalmente nueva. Su experiencia, su dominio de varios idiomas y el hecho de haber sido misionero, pero también haber trabajado en la Curia durante dos años, lo convierten en un Papa que es a la vez pastor y Papa gobernante. No proviene de un solo contexto, sino de múltiples ámbitos. Y esto le permitirá hablar con todos.
León ha causado una notable impresión en los últimos días en este ámbito. Aunque son pequeñas señales en el contexto de la gran confusión doctrinal, su decisión de usar la muceta roja y la estola —evitadas por Francisco— para cantar el Regina Caeli, y los rumores sobre su posible regreso a los aposentos papales, rechazados por Francisco, le han granjeado una temprana admiración entre los católicos tradicionales.
A menos de una semana de su papado, las decisiones de León serán objeto de un escrutinio especial, y los cardenales de su entorno lo describen como mesurado pero decisivo. Hasta el momento, ha pedido a los jefes de la curia romana que permanezcan en sus puestos por el momento.
Aunque Prevost figuraba entre los cardenales papables , su nombre no figuraba entre los candidatos más esperados para el papado, sobre todo por el hecho de que pocos creían que fuera probable que el Colegio de Cardenales eligiera a un Papa estadounidense.
Para Gänswein, la elección de Prevost también fue una sorpresa, ya que el prelado alemán había anticipado la elección del cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin. Sin embargo, adaptándose rápidamente al nuevo Papa, Gänswein se basó en sus encuentros personales con Prevost de años anteriores, afirmando:
El Papa Prevost me inspira una gran esperanza. Estoy convencido de que tendrá un impacto positivo en la Iglesia y en el mundo. Es un constructor de paz».
Gänswein era considerado mucho más afín a Benedicto XVI que a Francisco en teología, liturgia y práctica doctrinal, y con el tiempo se consideró que había perdido el favor del papa Francisco. En su revelador libro , publicado justo después de la muerte de Benedicto XVI, Gänswein describió cómo las restricciones de Francisco a la misa en latín le causaron un profundo dolor a Benedicto XVI en su retiro.
Tras finalizar su mandato en la casa papal, Gänswein fue destituido por el difunto papa, lo que puso aún más de relieve la tensa relación que se creía existente entre ambos. Solo un año después fue anunciado como nuncio.
El prelado ha tenido cuidado de evitar entrar en un conflicto mediático directo con el Papa Francisco, a pesar de la percepción de falta de armonía entre ambos.
Pero los comentarios del nuncio no deben atribuirse a algún rencor personal contra el recientemente fallecido Francisco, ya que muchos cardenales han expresado pensamientos y esperanzas similares para el nuevo pontificado.
El cardenal Robert Sarah escribió que la elección de León XIV fue una “gran alegría”, mientras que otros en el Colegio Cardenalicio, como Blase Cupich y Joseph Tobin, también recibieron positivamente la noticia.
El cardenal Timothy Dolan de Nueva York ha sido descrito como un influyente «hacedor de reyes» para conseguir apoyo para Prevost dentro del cónclave, aunque dicha información no puede ser confirmada debido a las estrictas reglas de secreto que rodean el proceso del cónclave.
Por MICHAL HAYNES,
Corresponsal en el Vaticano.
LUNES 12 DE MAYODE 2025.
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