* La «liberación» del obispo de Matagalpa y de otros 18 religiosos nicaragüenses acogidos en Roma, es una buena noticia…pero también un precedente peligroso: el régimen podrá deshacerse del clero llegando a un acuerdo con la Santa Sede.
Un gran favor al régimen de Ortega, que no borra la gran alegría por la liberación de monseñor Rolando Álvarez y otros 18 religiosos que llegaron a Roma el 14 de enero. Con un comunicado del gobierno de Nicaragua ayer 15 de enero, la dictadura Ortega y Murillo confirmó la liberación y agradeció al Papa Francisco y al cardenal Parolin por su prudente acción diplomática.
Sin embargo, la liberación de los dos obispos , Mons. Rolando Álvarez, en prisión desde 2022, y mons. Isidoro Mora, obispo de Siuna, encarcelado desde diciembre pasado por haber rezado por Álvarez, supone al mismo tiempo un peligroso precedente y avanza el plan para expulsar a todos los sacerdotes y religiosos del país y posteriormente acordar con la Iglesia de Roma el control de seminarios, religiosos y obispos.
La búsqueda del diálogo con el régimen de Ortega, invocada por el Papa el pasado 1 de enero, sólo tiene un significado: alentar la expulsión de Nicaragua de los testigos de la fe, quitando de los pies del tirano a todo aquel que simbolice la disidencia.
En su declaración el dictador dice estar «profundamente agradecido … por la muy respetuosa y discreta coordinación llevada a cabo para hacer posible el viaje al Vaticano de dos obispos, quince sacerdotes y dos seminaristas», reconociendo además la «posibilidad de una franca , directo, prudente y muy serio, un diálogo responsable y atento, que nos ha permitido llegar a este día de alabanza al Dios de todos».
El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, había enviado en las horas previas una nota a todos los pocos sacerdotes que hay en el país, para informarles del acuerdo entre el gobierno de Nicaragua y la Santa Sede, en la que se lee: «El traslado a Roma de monseñor Rolando, monseñor Isidoro, algunos sacerdotes y dos seminaristas», pidiendo «a todos orar por los obispos y sacerdotes para que la gracia del Señor nunca desfallezca y el Espíritu Santo los guíe en cada momento de la vida». No cabe duda de que esta vez el Papa ordenó directamente al obispo Rolando Álvarez que abandonara su diócesis y su amado pueblo nicaragüense.
Mons. Álvarez ya había rechazado por primera vez, el 9 de febrero de 2023 , la orden de exilio en Estados Unidos impuesta por el régimen, por lo que había sido sustraído del arresto domiciliario en su diócesis y trasladado a las celdas de máxima seguridad del » Cárcel “La Modelo”, conocida como El Infiernillo y al día siguiente sentenciado a 26 años y cuatro meses de prisión. Un segundo intento del régimen de expulsar a monseñor Álvarez se produjo en la primera semana de julio de 2023 , esta vez a través de «contactos» establecidos con el Vaticano. Pero el obispo no había aceptado las condiciones impuestas por su exilio y fue devuelto a su celda de El Infiernillo la mañana del miércoles 5 de julio.
El pasado 10 de octubre, nuevamente, en el marco de un acuerdo inicial para la liberación de sacerdotes y religiosos tomados como rehenes en las cárceles de Ortega, surgió claramente la negativa rotunda de Mons. Álvarez saldrá de prisión con la obligación de salir del país y refugiarse en el Vaticano .
No quiso aceptar el exilio y reiteró, como confirmó la prensa y también el experto en Iglesia latinoamericana Luis Badilla, director de Il Sismografo (hasta que cesó la publicación en diciembre pasado), que sólo saldría de la cárcel y del país por órdenes directas. del Santo Padre. Por eso, la orden del Papa llegó en los últimos días y obligó a Mons. Rolando Álvarez, convertido en símbolo de todos los nicaragüenses inocentes encarcelados y ejemplo luminoso de la firme y coherente defensa de la fe y la independencia de la Iglesia católica, abandone el país y su diócesis, eliminando al enemigo número uno del Partido Comunista de Ortega. régimen.
El obispo auxiliar de Managua, Mons. Báez , una voz incansable contra la dictadura, ya obligado a exiliarse en el Vaticano por el Papa Francisco desde abril de 2019 y de allí se trasladó a Miami por su propia cuenta, después de tres meses de ociosidad inútil en el Vaticano, para estar cerca de los refugiados nicaragüenses. , sí fue felicitado el pasado domingo por la liberación de mons. Álvarez. La felicidad no puede borrar la peligrosa victoria otorgada por el Papa Francisco al régimen de Ortega, más aún si consideramos la expulsión de al menos 203 religiosos y religiosas desde 2018 hasta enero de 2024 y, en particular, un terrible 2023 (307 ataques a religiosos). hombres y mujeres, más 3600 procesiones prohibidas, más 237 Misas prohibidas en cementerios, 85 monjas expulsadas y sus congregaciones disueltas), así lo demuestra la investigadora Martha Patricia Molina.
Entonces, ¿por qué el inmerecido regalo del Vaticano a Ortega y qué pasará con Monseñor Rolando Álvarez en el Vaticano?
¿Se alentará su testimonio público, que le permitirá pedir con fuerza la liberación de su pueblo de la tiranía, o quedará escondido en las brumas del Vaticano ?
Finalmente, habiendo creado y confirmado el precedente, tras la renuncia a la libertad y autonomía de la Iglesia católica cedidas de facto a los regímenes comunistas de Beijing y Managua, debemos esperar de la diplomacia de Francisco la misma transferencia de soberanía y ajustes doctrinales hacia todos ¿Los regímenes socialcomunistas del mundo, empezando por Cuba?
Por LUCA VOLONTÉ.
MARTES 16 DE ENERO DE 2024.
CIUDAD DEL VATICANO.
LANUOVABQ.