«NO LLEVEN NADA PARA EL CAMINO»
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Las lecturas de este domingo siguen marcando las exigencias para el discípulo: confiar totalmente en Dios, ponerse en camino, anunciar la buena noticia del Reino; sin embargo, los discípulos son pocos, pues este tipo de servicio requiere de esfuerzo, sacrificio y compromiso. Veamos.
1, ¡LA COSECHA ES MUCHA Y LOS TRABAJADORES POCOS!
- Dios bendice abundantemente a su pueblo: la creación y la vida es fruto de su amor
- El Reino de los cielos requiere de mucho trabajo, esfuerzo, dedicación, responsabilidad, perseverancia y creatividad
- Jesucristo es quien siembra en el campo es la Iglesia, pero es el Espíritu santo quien acompaña todo el proceso del cultivo. Los discípulos solo son los trabajadores, siervos.
- Son muchos los llamados pero pocos quienes aceptan la vocación de servir a la vida, de trabajar por el Reino, de buscar la verdad
- La cosecha que Dios ofrece se refiere a la justicia, la paz, solidaridad, amor, misericordia
- Tenemos que rogar al dueño que envié más trabajadores (oración por las vocaciones)
¡PÓNGANSE EN CAMINO!
- El discípulo debe estar siempre en movimiento, en acción, pues seguir a Cristo es algo dinámico, animado y Es dejar la estaticidad, el inmovilismo, la inactividad.
- El discipulado es un proceso que dura toda la vida, pero requiere de pasos precisos y objetivos: encuentro, conversión, la formación, la comunión y la misión
- Los discípulos siempre deben de estar en camino, es decir, en preparación continua, en formación permanente, en crecimiento constate
- El discípulo debe estar siempre dispuesto para servir, para ir a la misión, para amar, para perdonar, para anunciar el Reino de Dios.
- Al estar en el camino, debemos de ir ligeros, puesto que vamos recorrer tramos largos, con desafíos grandes y pruebas constantes
3. ¡QUE LA PAZ REINE EN ESTA CASA!
- La paz es, ante todo, un atributo esencial de Dios. La paz se funda en la relación primaria entre todo ser creado y Dios mismo, una relación marcada por la rectitud (cf. Gn 17,1 y DSI # 488)
- En la revelación bíblica, la paz representa la plenitud de la vida (cf. Ml 2,5 y DSI # 489)
- La paz genera fecundidad (cf. Is 48,19), bienestar (cf. Is 48,18), prosperidad (cf. Is 54,13), ausencia de temor (cf. Lv 26,6) y alegría profunda (cf. Pr 12,20 y DSI # 489)
- La paz de Cristo es, ante todo, la reconciliación con el Padre y con los hermanos (DSI # 492)
- La paz es un “orden basado en la verdad, establecido de acuerdo con las normas de la justicia, sustentado y henchido por la caridad y…realizado bajo los auspicios de la libertad.” (Juan XXIII)
- La “paz no puede darse en la sociedad humana si primero no se da en el interior de cada hombre…” (Juan XXIII, PT # 165).
P. Crispín Hernández Mateos.