La capacidad de concentración se está deteriorando gradualmente, aseguró la electroacústica Karolina Pondel-Sycz.
«El rápido ritmo de vida, la ubicuidad de la tecnología y el desarrollo de la inteligencia artificial pueden contribuir a una capacidad de atención más corta y menos efectiva», explicó.
Karolina Pondel-Sycz fue ponente en el 8.º Festival Científico de Silesia en Katowice. Durante su conferencia, abordó cuestiones relacionadas con el progreso de la inteligencia artificial (IA) y su impacto en las personas. Señaló que los modelos de IA de última generación se están desarrollando para recordar y analizar mejor el contexto, lo que los hace cada vez más eficaces en tareas que requieren concentración y atención.
Estos modelos de IA de última generación se basan en la imitación de cómo un humano es capaz de centrar la atención y analizar el contexto de una afirmación, el contexto de una frase y recordar (…) Son capaces de centrar cada vez mejor esa atención, Cada vez más, y así ser cada vez mejor , explicó Pondel-Sycz de la Universidad Tecnológica de Varsovia y de la Fundación Marcha por la Ciencia en una entrevista con PAP.
Al mismo tiempo, señaló que el uso de la IA puede afectar negativamente la capacidad de concentración de una persona. Pondel-Sycz subrayó que las últimas investigaciones indican un deterioro gradual de esta capacidad en la sociedad.
Año tras año las personas pueden centrar su atención durante periodos de tiempo cada vez más cortos y analizar cada vez menos información».
Tengo infografías especiales que supuestamente nos advierten de que nuestra atención se degrada en función de la «ventana de atención», es decir, durante cuánto tiempo un pez dorado puede centrar su atención. Son 9 segundos. Poco a poco nos estamos acercando a la capacidad de atención de un pez dorado , afirmó Pondel-Sycz.
El deterioro de la capacidad para mantener la atención tiene un grave impacto negativo, entre otros: sobre los resultados educativos.
La concentración es necesaria para el proceso eficaz de enseñanza, investigación y resolución de problemas, y su falta conduce a la pérdida de habilidades necesarias para el pensamiento creativo y la innovación.
Nuestra capacidad de concentración puede desaparecer y es posible que no descubramos, por ejemplo, una cura eficaz para el cáncer – enfatizó.
El desarrollo de la IA también tiene implicaciones en contextos profesionales. Como señaló el especialista, en algunas áreas la IA apoya a los especialistas, pero no los reemplaza por completo. Puso el ejemplo de la medicina, donde un sistema de inteligencia artificial apoya y analiza más rápidamente los resultados de las pruebas.
Sin embargo, este proceso debe involucrar a un médico que realizará la prueba, ingresará el resultado al sistema y luego lo analizará y aprobará – explicó.
En otras áreas, como la programación, la IA es capaz de automatizar tareas simples, pero aún no ha alcanzado el nivel de creatividad y capacidad para crear nuevas soluciones que caracterizan a los expertos.
El especialista también se refirió al impacto de la IA en la cultura y el arte. Las herramientas de inteligencia artificial pueden generar música o letras, pero su diversidad es limitada en comparación con las obras creadas por humanos.
Hay una nueva herramienta que nos permite generar una canción con letra que cantamos con nuestra voz. Al mismo tiempo, observamos que el estilo de las canciones o música generadas es similar y menos diverso que el que crea la gente, señaló Pondel-Sycz.
El especialista enfatizó la necesidad de regulaciones relacionadas con el uso de tecnologías como el deep fake. Su uso potencial para crear grabaciones o declaraciones falsas conlleva el riesgo de abuso.
Esto debe regularse y para ello se están creando diversas salvaguardias, por ejemplo, modelos de inteligencia artificial para detectar deepfakes. (…) También se están desarrollando y creando sistemas y herramientas para ayudar a detectar si un determinado trabajo fue escrito, por ejemplo, por un estudiante o por ChatGPT – concluyó.
Por JULIA SZYMANSKA.
LUNES 9 DE DICIEMBRE DE 2024.
PAD.