* Estamos presenciando la metástasis de la crueldad dentro del movimiento «Estados Unidos Primero de Trump», a medida que los derechos más importantes de los niños –a la vida y a una familia auténtica– se dejan de lado en favor de satisfacer el egoísmo de los llamados “conservadores homosexuales”.
Si bien la segunda administración de Trump sin duda traerá consigo muchos beneficios en términos de renovada prosperidad económica y seguridad global, desde la perspectiva de los futuros niños, Trump 2.0 se ha transformado peligrosamente en un conducto de maldad grave y objetiva.
Aunque me considero un conservador nacional de America First que alguna vez se identificó como un “conservador gay”, rechazo la creciente ola de insensibilidad dentro del recién alineado Partido Republicano y su visión fría de los niños como algo desechable, descartable, asesinable.
Al mismo tiempo, repudio la noción mezquina de que las mamás o los papás son igualmente prescindibles y la mentira que la acompaña de que dos “papás” o dos “mamás” pueden servir a los niños tan bien como papá Y mamá juntos bajo un mismo techo.
Estamos presenciando la metástasis de la crueldad dentro del movimiento «Estados Unidos Primero de Trump», a medida que los derechos más importantes de los niños se dejan de lado en favor de satisfacer el egoísmo de los conservadores “heterosexuales” y “homosexuales”.
Se trata de posturas deshonrosas, antifamilia y antiinfancia, que la administración Trump ahora adopta públicamente y con todo su corazón bajo el pretexto de ser profamilia y proinfancia.
Ecuación diabólicamente defectuosa
La maldad de todo esto se hizo extremadamente clara la semana pasada cuando la aplicación homosexual Grindr (que infamemente facilita millones de encuentros homosexuales anónimos) anunció su nuevo paquete de beneficios para empleados que cubre los costos de la fertilización in vitro (FIV) y la gestación subrogada, alineándose extrañamente con la desaconsejada postura de la administración Trump en favor del «matrimonio» entre personas del mismo sexo y la FIV .
El anuncio de Grindr comienza:
Desde la gestación subrogada o la adopción hasta el acceso a tratamientos de fertilidad, las personas queer suelen enfrentarse a más obstáculos (y a facturas más elevadas) que otras. Grindr cree que todo el mundo debería tener la oportunidad de crear la familia de sus sueños, y la empresa está trabajando para ayudar a que eso sea una realidad para sus empleados.
Tenga en cuenta que el énfasis de Grindr está puesto en que los adultos “queer” tengan lo que llama “la oportunidad de crear la familia de sus sueños”, no en los niños que serán arrastrados a esos hogares y añorarán a su padre desaparecido. Grindr continúa:
En una encuesta reciente realizada en Estados Unidos, descubrimos que aproximadamente el 25% de los hombres [llamados] homosexuales y bisexuales menores de 35 años quieren tener hijos y que el costo era, por lejos, el mayor impedimento para tener hijos.
“Es vital defender a nuestra comunidad presionando para reducir estos costos, que son excepcionalmente altos para los hombres [los llamados] homosexuales, ya sea permitiendo que la FIV cubierta por el seguro… sea accesible en casos de gestación subrogada o haciendo que los gastos de formación de la familia sean deducibles de impuestos, como otros gastos de atención médica”, dijo el director ejecutivo de Grindr, George Arison, quien ha tenido hijos a través de la gestación subrogada.
Arison ya ha afirmado : “Creemos que es una extensión lógica de lo que Grindr ofrece a sus usuarios: construir relaciones. Las relaciones conducen al matrimonio y el matrimonio conduce a los hijos”.
El defecto evidente de esa ecuación es que los “matrimonios” entre personas del mismo sexo no son matrimonios.
Consisten en “parejas” –o tal vez incluso “tríos”– que no tienen ninguna capacidad para consumar su contrato “matrimonial”. La noción de “matrimonios” entre personas del mismo sexo siempre ha sido inverosímil y ha requerido un esfuerzo hercúleo para sostenerla, al igual que la noción absurda de “transición de género”.
Nada de esto durará más de una generación y media, y en última instancia será derribado por niños creados y criados por homosexuales y por aquellos que se arrepienten de haber perseguido química, quirúrgica y socialmente su imposible fantasía adolescente de convertirse en miembros del sexo opuesto.
Aplaudiendo la creación intencionada de «medio huérfanos»
No hace mucho tiempo, los hogares sin padre eran vistos como algo trágico y los niños sin madre como algo digno de lástima. Los niños de esos hogares eran vistos con empatía como medio huérfanos.
Sin embargo, durante el último año la campaña de Trump dejó inequívocamente claro que los huérfanos nacidos de padres homosexuales o lesbianas y criados por ellos no tienen ningún derecho legítimo a reclamar a su madre o padre desaparecidos.
Desde 2021, el presidente Trump y la primera dama Melania Trump han abierto las puertas de Mar-a-Lago y su ático de Manhattan para dar la bienvenida a Log Cabin Republicans, una organización pro-LGBT que apoya vigorosamente el “matrimonio” entre personas del mismo sexo y promueve la homosexualidad como algo “normal”, declarando sin tapujos que “ser miembro de la [llamada] comunidad LGTBQ es algo que debe celebrarse”.
Como tal, es un esfuerzo de preparación que ejercita cada vez más los músculos desde lo más profundo, ya no al margen, del nuevo establishment republicano.
Los Trump incluso han celebrado “bodas” entre personas del mismo sexo en su casa del resort de Palm Beach.
La difícil situación de los niños que añoran a la madre o al padre que se les ha negado aparentemente no es preocupación para los Trump y el nuevo Partido Republicano.
Espera, esto se pone peor.
El “matrimonio” entre personas del mismo sexo generó una mayor demanda de niños obtenidos mediante gestación subrogada por homosexuales. Es una práctica plagada de miseria para todos, excepto para los padres ricos dispuestos a pagar por material genético y alquilar un útero durante nueve meses.
Al promover el “matrimonio” homosexual, los Trump, junto con el nuevo Partido Republicano, reducen escandalosamente el papel de las mujeres pobres y vulnerables que actúan como madres sustitutas al de meras “ criadoras ”. La práctica es tal vez el culmen de la misoginia moderna.
Debido a que la maternidad subrogada implica el uso de fertilización in vitro (FIV), que implica la destrucción de embriones no utilizados, es decir, niños, el nuevo Partido Republicano ha preparado el terreno para que incontables millones de niños estadounidenses sean desechados como desechos médicos.
Cuando las personas deciden crear hijos mediante la FIV, se fertilizan muchos más óvulos de los necesarios como póliza de seguro en caso de que fracasen los primeros intentos de conseguir un embarazo exitoso. Los embriones almacenados que se consideran ya no necesarios para la búsqueda de una familia de los clientes (que suelen ser una docena o más) simplemente se desechan y sus vidas son abortadas.
La industria de la FIV no puede sobrevivir sin matar a los embriones. Más concretamente: la industria de la FIV no puede sobrevivir sin matar al 93 por ciento de los niños que genera el proceso.
Desde la perspectiva de 10 de cada 11 niños creados mediante FIV, la FIV es un asesinato.
Se está librando una batalla por el alma de la nueva coalición política populista/conservadora que involucra cuestiones de enorme importancia para el futuro de nuestra nación pero que siguen siendo deliberadamente ignoradas o fuera del radar de muchos observadores comprometidos.
El Partido Republicano finalmente está logrando su antiguo sueño de convertirse en un partido político de “gran carpa” construido, espantosamente, sobre una base de diminutos cadáveres infantiles y dolores infantiles.
Por DOUG MAINWARING.
LIFE SITE NEWS.
