“Una chaladura”, “un absurdo”, “una locura”… pero lo cierto es que el monumento más interesante y asombroso de Mejorada del Campo (23.000 habitantes, a 20 km de Madrid) es la “catedral” dedicada a la Virgen del Pilar que ha levantado con constancia y tozudez un hombre prácticamente solo, Justo Gallego, trabajando más de 60 años.
Ahora, el ayuntamiento de Mejorada, con su alcalde socialista al frente, Jorge Capa, ha declarado a Justo Gallego “hijo predilecto” de la localidad y ha anunciado que pedirá que el estrambótico edificio, aún sin terminar, sea declarado Bien de Interés Cultural.
En el acto de reconocimiento ante las autoridades civiles, socialistas en gran parte (el 57% del voto municipal fue de izquierdas) don Justo habló de Dios: «Estoy muy orgulloso de dejar algo para el Señor y para todo el mundo, para los que me quieren y para los que no».
En el vídeo, el homenaje del Ayuntamiento a Justo Gallego
Interés arquitectónico no le falta, según afirman todos los interesados en el arte de la arquitectura, y también algunos en el de la decoración, por las extrañas e ingeniosas soluciones técnicas que dio el señor Justo, hoy de 95 años, a su reto: construir una catedral casi solo, sin fondos y sin formación arquitectónica.
La llamada catedral de Mejorada, su entrada con la Virgen del Pilar
El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) incluso expuso fotografías de esta obra y hay vídeos de estudiantes de arquitectura intentando explicar lo que sucede en el edificio a nivel técnico, que no es fácil.
La Iglesia no ha bendecido ni consagrado el lugar ni se responsabiliza de nada, pero el edificio ya tiene su capillita abierta a todos, en silencio, con iconos e imágenes, donde quien quiera puede rezar, y muchos lo hacen a lo largo del día.
Se trata de un edificio de 60 metros de alto y 4.700 metros cuadrados de superficie, construido casi todo él con materiales reciclados, sobrantes, donados…
Incluye 12 torreones, 28 cúpulas y más de 2.000 vidrieras.
La Virgen del Pilar le curó de tuberculosis
Justo Gallego siempre explica (con un cartel también, cuando tiene mal la garganta) que todo empezó cuando la Virgen del Pilar le ayudó a curarse de una tuberculosis. Él había intentado ser monje en Santa María de Huerta, pero su mala salud y la tuberculosis le sacaron del convento. Pero se curó y en agradecimiento, el 12 de octubre de 1961 (este año se cumplen 6 décadas) , día de la Virgen del Pilar, colocó la primera piedra y empezó su construcción. Y con 95 años lo disfruta.
A veces le entrevista la prensa aragonesa y Justo aprovecha para alabar a la Pilarica: “La Virgen del Pilar es un tesoro. Lo que tenéis en Zaragoza es tremendo”, declaraba hace un tiempo al Heraldo de Aragón. Visitó Zaragoza en 1951 y quedó marcado para siempre. “Yo entonces era de Acción Católica, y acudí a un congreso marianista que se celebraba en Zaragoza. Es la virgen mariana de España”, enfatizaba Gallego a los periodistas del lugar.
En 2005 Justo protagonizó, con su edificio colosal, un anuncio de una bebida energética: ese año los visitantes fueron multitud. Pero nunca han faltado, cada día pasa gente por allí y deja algún dinero para colaborar con las obras.
Justo Gallego explica que lo que le motiva es la Virgen del Pilar. Pidió al ayuntamiento que cambiara el nombre del barrio y lo llamasen “Barrio del Pilar”, pero no accedieron a ello. Quien sabe si con el tiempo…
Por el momento, una pequeña Pilarica sobre una enorme columna saluda a todos los que contemplan admirados la fachada del edificio.
Pablo J. Ginés/CariFilii.
(Publicado originariamente en el portal de noticias marianas CariFilii.es)