«Juntos por la búsqueda del bien común»

Guillermo Gazanini Espinoza
Guillermo Gazanini Espinoza

La fe y la búsqueda del bien común van de la mano. Las condiciones favorables para vivir con dignidad cada día se llaman bien común. Las circunstancias adversas de inseguridad, falta de empleos bien remunerados y la inflación económica, que se viven durante este tiempo no pueden dejar tranquilo al discípulo de Jesucristo. El Mesías siempre tuvo como programa de vida atender a todos los necesitados de su tiempo y lograr que buscaran una vida digna con la implantación del Reino de Dios. El amor de Dios y su pasión por el Reino de los Cielos, empujaban a Cristo para estar al pendiente de cualquier necesidad de las personas que andaban vulnerables en la vida.

La acción política de los bautizados nace y brota de la misma naturaleza de su ser personal. Es una dignidad y un altísimo honor de toda persona participar en la acción política para buscar el bien común. Los obispos veracruzanos han dejado claro que «los derechos y deberes políticos no los impone la fe. El deber de ser un buen ciudadano lo tienen todos los hombres por el hecho de ser hombres. La fe le da a este derecho y deber una nueva fuerza; por lo que el que vive con Dios tiene que buscar y luchar por formas de convivencia social y política que faciliten más su realización personal, y la de los demás». (Mensaje de participación ciudadana 2024 de los obispos veracruzanos). La realización personal y la de los demás ciudadanos es uno de los fines más nobles de la acción política.

El creyente necesita imitar a su maestro en su programa de vida. El cristiano solo y sin fe no puede hacer mucho por los demás. Es imprescindible que celebre una fe y la transforme en oración, para que pueda generar el bien común y la paz social en favor de todos, pero especialmente con las personas más vulnerables. Por eso, santa Edith Stein recomienda poner la fe y la vida en el árbol de la cruz: “Gracias al poder de la cruz puedes estar presente en todos los lugares del dolor a donde te lleve la caridad compasiva, una caridad que dimana del Corazón Divino, y que hace capaz de derramar en todas partes su preciosísima sangre para mitigar, salvar y redimir”. El poder del amor en la cruz hace posible estar con los excluidos y marginados, para darles esperanza de vida y aliento en todo momento a través de la necesaria y urgente acción política de todos los ciudadanos.

Pbro. Juan Beristain de los Santos

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