La sentencia del Tribunal Constitucional polaco por la que se declaraba inconstitucional la interrupción del embarazo en esos casos, «es legítima», afirmó Kaczynski. Los seguidores y simpatizantes del gubernamental PiS deben «proteger» los templos frente a «agresiones» y «hostilidades», prosiguió el líder del partido y hombre fuerte del país.
A la declaración de Kaczynski reaccionó de inmediato la oposición liberal de la Plataforma Ciudadana (PO). Su líder, Borys Budka, expresó en su cuenta en twitter su rechazo a lo que calificó de «instigación a la guerra civil» y recordó que eso es delito.
Para este miércoles está convocada una jornada de protesta o huelga de mujeres en todo el país, a la que se invita a participar a los hombres y a la que se han adherido representantes de la principal formación opositora.
El veredicto del pasado jueves del Tribunal Constitucional ha activado movilizaciones en todo el país. Se han sucedido a diario las concentraciones ante las sedes de esa Corte, del PiS y también del domicilio privado de Kaczynski, que ha tenido que ser protegido por la policía. El lunes, el centro de Varsovia quedó colapsado durante horas por las concentraciones de protesta.
El fin de semana pasado se produjeron asimismo acciones de protesta ante algunos templos, mientras que un grupo de activistas proaborto irrumpieron el domingo en la catedral de Poznan (oeste de Polonia). Asimismo resultó dañado el monumento al papa polaco Karol Wojtyla, San Juan Pablo II, en Stalowa Wola.
La propia conferencia episcopal ha llamado al diálogo, mientras el PiS aparece dividido. Un sector del partido trata de organizar una mesa de diálogo, mientras otro sector defiende la decisión del Constitucional, que respondía a una demanda presentada hace tres años por un centenar de parlamentarios del partido conservador.
La decisión del Constitucional implica que las posibilidades de acceder al aborto legal quedan reducidas a casos de violación, incesto o grave riesgo para la salud de la madre. Para los grupos proaborto, se trata de una prohibición, de facto, del aborto.
Polonia es uno de los países de la Unión Europea (UE) más restrictivos en materia de legilasción sobre aborto. Según los datos del Ministerio de Sanidad, en 2019 se practicaron en Polonia (con casi 38 millones de habitantes) apenas 1.110 abortos legales.
La decisión sobre el aborto incide además en la polémica en torno a la reforma del poder judicial impulsada por el PiS, que tanto la oposición polaca como la Comisión Europea (CE) consideran atentatoria contra la separación de poderes.
Con información de InfoCatólica