Cuando muchos análisis sobre la renuncia parcial del cardenal Marx -no renuncia a ser cardenal, miembro del Consejo de Cardenales Asesores del Papa y presidente del Consejo de Economía del Vaticano- coinciden en que uno de sus objetivos o derivadas es lograr la renuncia del cardenal Woelki, éste dice que respeta la decisión de su colega a la vez que recuerda que él ya pidió al Papa que evaluara su situación al frente de la archidiócesis de Colonia.
El arzobispo de Colonia ha comentado la renuncia del arzobispo de Munich y Freising, el cardenal Reinhard Marx.
«Tengo un gran respeto por la decisión del cardenal Marx, tomaba como responsabilidad personal en estos tiempos difíciles para la Iglesia católica», dijo ayer Rainer María Woelki en un comunicado.
«En diciembre del año pasado, le pedí al Santo Padre que evaluara la forma en que se abordó la violencia sexual en la Arquidiócesis de Colonia y mi responsabilidad personal. Al hacerlo, confié mi destino en manos del Papa». dijo el cardenal.
La archidiócesis de Colonia reaccionó a los terribles resultados del estudio MHG con un informe completo sobre cómo lidiar con la violencia sexual, recuerda Woelki: «Puse este informe a disposición de los afectados, la Santa Sede, el público y también las fiscalías en marzo de este año. Se nombraron los nombres y los responsables sacaron sus conclusiones». Cabe recordar que un informe independiente exoneró al cardenal de toda responsabilidad y la fiscalía anunció que no investigaría su actuación.
El purpurado añade:
«El Papa respondió recientemente al informe y a mi solicitud y envió visitadores apostólico para evaluar la situación y también a mí mismo. ¡Se trata de un mandato directo del Santo Padre para colaborar, que responsablemente llevaré a término!»
Lo que de verdad está en juego
Con todos estos movimientos telúricos en la Iglesia en Alemania lo que está en juego no es sólo la cuestión de los escándalos por el tratamiento de casos de abusos sexuales en el pasado, que deberían pasar a ser historia si se aplican las normas de forma adecuada a partir de ahora, sino el futuro de la polémica y posiblemente cismática Asamblea sinodal. El cardenal Woelki es el prelado más importante, por su condición cardenalicia, a la hora de impedir que la Iglesia en Alemania se vaya por el sumidero del cisma.
El arzobispo de Colonia ha advertido en repetidas ocasiones de posibles consecuencias dramáticas por la Asamblea Sinodal, de la que constató que funciona como el parlamento de una iglesia protestante.
NAd/InfoCatolica