Después de los carteles aparecidos en Verona con la leyenda «Rusia no es mi enemigo» y de la respuesta inesperada pero convencida de Donetsk –que mediante un referéndum determinó anexarse a Rusia, pero EU y la OTAN se han opuesto–, las dos ciudades expresaron su deseo de conocerse mejor organizando una videoconferencia.
De tal manera que donde la política y las instituciones no llegan por diversos motivos, puede llegar gente sencilla. Tanto los italianos como los rusos no quieren la guerra, no hay odio mutuo, sino muchas ganas de dialogar.
Alexey Muratov, líder del movimiento «República de Donetsk», que tendió la mano en respuesta al gesto en Verona, afirmó:
A pesar de que la ciudad de Donetsk fue atacada por el ejército ucraniano utilizando también armas y municiones italianas, existe conciencia del hecho de que quienes en Italia decidieron enviar estos instrumentos a Kiev, no representan a todo el pueblo italiano. Sabemos que los italianos corrientes no son nuestros enemigos».
por Vittorio Nicola Rangeloni.
Viernes 4 de julio de 2024.
Roma, Italia.
rangeloni/ducinaltum.