La cúpula de Santa María del Fiore de Florencia, de Filippo Brunelleschi, celebra el 600 aniversario de la colocación de la primera piedra. Las numerosas celebraciones previstas para conmemorarlo se han aplazado debido a la pandemia. Una obra maestra única de inspiración para los artistas de todos los tiempos, en primer lugar, de Miguel Ángel.
Una presencia material y espiritual en el espacio urbano. Un símbolo de la transición de la Edad Media al Renacimiento. Un estímulo para atreverse. Todo esto es la Cúpula de Santa María del Fiore en Florencia, obra maestra de Filippo Brunelleschi, cuya construcción comenzó hace 600 años, el 7 de agosto de 1420.
Un verdadero desafío para el florentino que vinculó su nombre a una empresa considerada imposible: la finalización de la iglesia diseñada por Arnolfo di Cambio a finales del siglo XIII. La construcción de Santa María del Fiore se había detenido durante más de 120 años ante el desafío ingenioso de “voltear la cúpula”, es decir, la construcción del techo del cráter ciclópeo que había quedado abierto al cielo. Una hazaña que asustaba incluso a los más expertos. El riesgo de derrumbe fue considerado de hecho como una certeza por la mayoría de las personas, pero Brunelleschi, habiendo ganado el concurso, refutó toda predicción sombría y dio forma a lo que el mundo de hoy identifica con Florencia.
Así, el arquitecto respondió a quienes le sugirieron la posibilidad de un fracaso: “Recordándome que este es un templo sagrado para Dios y la Virgen, confío en que, en su memoria, no dejará de infundir el conocimiento donde no está, y de dar fuerza y sabiduría e ingenio a quienes serán los autores de tal cosa”. La “regla de construcción” adoptada preveía una cúpula, que descansaba en el tambor octogonal, compuesta por dos casquetes separados, pero interconectados, y una armadura autoportante, es decir, fijada a los círculos de ladrillos que se elevaban gradualmente.
“un impulso a la investigación científica y tecnológica”. Renzo Piano, por ejemplo, que comenzó sus estudios de arquitectura en la facultad de Florencia, subrayó recientemente lo mucho que su familiaridad, su relación con la cúpula, han sido un incentivo y un estímulo para sus aplicaciones tecnológicas”.